Aftas
Las aftas son afecciones menores pero que resultan muy molestas para los seres humanos, básicamente, éstas son llagas o úlceras muy dolorosas que se forman en la boca. Son de color blanco o también pueden ser amarillas, pero sus bordes son rojos y brillantes como el área que las rodea; es importante saber que no son cancerígenas. También es necesario aclarar que un afta no es lo mismo que un herpes labial, esto es algo que la gente suele confundir en muchas ocasiones.
Muchos de nuestros lectores se preguntarán cómo se ocasionan u originan las aftas; esta úlcera bucales pueden tener lugar debido a diversas infecciones virales, pero no siempre puede determinarse su causa. Dichas úlceras pueden estar relacionadas con el sistema inmune de nuestro cuerpo, o pueden aparecer luego de una lesión en la boca o por un arreglo dental; las limpiezas dentales agresivas o los mordiscos en la lengua, ayudan a su proliferación.
Existen algunos factores desencadenantes que pueden favorecer a la aparición de las aftas, uno de ellos y el más común, es el estrés emocional, la falta de vitaminas y minerales como el hierro o el ácido fólico también influyen. Los cambios hormonales, los períodos de menstruación y las alergias a los alimentos, son vistos como desencadenantes; cualquier individuo puede padecer de esta afección, pero las mujeres son mucho más propensas a contraerlas que los hombres.
¿Cómo nos damos cuenta que sufrimos de aftas? Existen algunos síntomas que nos alertan de que tenemos aftas, las mismas se hacen presentes en la parte interior de la boca, en los labios y la lengua, a veces también en la base de las encías. Los signos más notorios de las aftas son las manchas o protuberancias que luego se tornan en úlceras abiertas y que son muy dolorosas; la parte media de esta afta es blanca o amarilla. Las aftas son casi siempre de tamaño pequeño, no más de 1 cm, muy pocas veces superan este tamaño; puede tornarse color gris si es que empieza a sanar. Puede que se presenten otros síntomas, mucho menos comunes como la fiebre, el malestar general o que se inflamen nuestros ganglios linfáticos.
Desarrollo de sus síntomas
El dolor de las aftas se mantiene por solo 10 días, pero para que éstas desaparezcan o sanen completamente, podemos atravesar un período de hasta 3 semanas, siempre y cuando estemos hablando de las úlceras más pequeñas. Como no es una afección grave, el médico realizará el diagnóstico observando la úlcera, si las aftas continúan apareciendo, se debe necesariamente realizar otros exámenes que explique el origen de las mismas, el cual puede llegar a ser una alergia a algún tipo de fármaco, una infección por herpes, etc.
Algunos profesionales recurren a biopsias para diferenciar las aftas y sus causas, y aunque no son lesiones cancerígenas, existe un tipo de cáncer que puede manifestarse como una úlcera bucal: el carcinoma escamocelular. No son imprescindibles los tratamientos para eliminar las aftas, ya que las mismas desaparecen por sí solas, pero si existen algunas precauciones que debemos tomar para evitar el dolor mientras éstas se curan. Por ejemplo, no se deben comer alimentos calientes, picantes o muy condimentados; se recomienda utilizar enjuagues bucales suaves o hacer buches con agua y sal para facilitar la cicatrización.
Para casos graves, puede que el médico nos recete fármacos como el gel fluocinonida, o medicamentos antinflamatorios potentes como los corticoesteroides. No se debe recurrir a tratamientos con antibióticos ya que pueden llevar a una candidosis bucal, una clase de infección. No es común que el paciente presente infecciones bacterianas; de todas formas siempre se debe consultar con el médico si notamos que su aparición se relaciona con síntomas como la fiebre, la diarrea, el dolor de cabeza y la erupción cutánea, entre otros signos.
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