Anemia
La falta de hemoglobina en la sangre, produce la anemia, que se contrae por diversas razones, que tienen que ver una serie de elementos. En primer lugar, hablaremos a cerca de los síntomas más frecuentes que produce esta enfermedad. Existe la posibilidad de padecer un cansancio continuo, falta de voluntad, mucha fatiga tras haber hecho un esfuerzo, baja presión, falta de deseos sexual, dolor de cabeza, muchas veces un ligero mareo, palpitaciones, somnolencia, el paciente se siente irritable en la mayor parte del día, y muchos otros, que a lo largo del artículo iremos mencionando.
Un diagnóstico es lo primero que pediremos al médico, pero si ya nos estamos reconociendo con éstos síntomas, puede que estemos ante un cuadro de anemia. Es muy simple saberlo en la actualidad, el médico evalúa y en cuanto a lo que le contamos sobre qué nos pasa, él es el que dará la orden para que vayamos al laboratorio a sacarnos una muestra de sangre para saber si tenemos o no los glóbulos bajos. Se toma la muestra y se mide la cantidad de glóbulos concentrados en la sangre y eso dará un valor, que es diferente en el hombre y en la mujer adultos, en los niños, y en los ancianos, y existe una peculiaridad en las mujeres embarazadas que pueden estar afectadas de anemia del embarazo, de cuyo tema nos ocuparemos más adelante.
Una vez que el médico tiene los resultados del laboratorio, es muy sencillo el paso a seguir, puede ser un valor dentro de los parámetros normales de anemia, que será tratada con medicación, una dieta rica el hierro, calcio, fósforo, etcétera, o si se trata de una anemia cuyo valor es preocupante el médico puede pedir una transfusión para ese paciente ya que es la manera más inmediata de recuperar los glóbulos rojos, mediante un banco de sangre.
Los medicamentos ferrosos, es decir que contienen hierro para esa sangre que tiene faltantes, van paulatinamente ordenando el defasaje, pero esto debe ir acompañado con una alimentación que contenga en grandes cantidades hierro, como las espinacas, las lentejas, la acelga, el huevo de gallina o codorniz, y algunas viseras de animales como el hígado de pollo, y de vaca, rica en hierro.
¿Cómo identificarla?
Los síntomas más importantes y visibles pueden ser: la palidez, en la piel de las manos, rostro, caída del cabello, frío, y disminución del volumen de la orina, estos síntomas van acompañados a los anteriores mencionados más arriba, pero también pueden ser por otros motivos, y no tratarse de una anemia. Es por ello que la evaluación la tienen los médicos que para tratar este problema se denominan hematólogos que son los específicos en sangre.
También podremos estar haciendo cuadros de agotamiento físicos y no padecer esta enfermedad, que puede ser derivada de un stress, de agotamiento físico, por la práctica de algún deporte o por trabajos específicos, pero siempre es conveniente acudir a la consulta de un médico clínico, que es quien evaluará la posibilidad de una inter consulta con el hematólogo.
Es importante aclarar que se trata de una enfermedad muy frecuente, eso no quiere decir que sea inofensiva, porque genera otros problemas en la salud. Ahora pasemos a las causas, que son de diversa índole por ejemplo, por pérdidas de sangre, es decir que el médico también evaluará un segundo estudio en la orina del paciente que tiene anemia o que se sospecha. Esto es para verificar que no haya pérdida de sangre en la orina, por otras causas. La menstruación en la mujer cuando ésta es realmente abundante, algunos accidentes, o hemorragias del aparato digestivo, también, porque si se pierde mucha sangre, la médula no puede producir la cantidad necesaria para compensar esa pérdida.
Una mala alimentación, es otra de las causantes de la anemia, es por ello que debemos alimentarnos bien para estar sanos y fuertes, así no nos deben faltar alimentos ricos en hierro, aunque sea dos o tres veces a la semana. Las hormonas tienen mucho que ver en esto, porque existen unas que son las encargadas de la producción de los glóbulos en la médula ósea.
Otra de las causas que producen la anemia puede ser por una mala absorción del hierro contenido en los alimentos, o por problemas nutricionales, infecciones de cualquier tipo, hasta de una muela infectada, y en los casos más graves el cáncer o la exposición a ciertos medicamentos, psicofármacos, o toxinas. Existen diferentes tipos de anemia, y entre las más comunes encontramos la anemia hemolítica que es la destrucción de los glóbulos rojos prematura, y es cuando la médula ósea no puede compensar la demanda de glóbulos para el organismo. Muchas veces, los antibióticos que nos ayudan en la curación y destrucción de bacterias, pueden provocar anemias, de todo tipo, por eso es que la automedicación, no es un buen consejero.
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