Vértigos cervicales
Antes de comenzar a hablar de los vértigos cervicales es importante destacar en primera instancia que el vértigo no se trata de una enfermedad sino que se trata de un síntoma el cual puede producirse por diversas causas. En primera instancia el vértigo generalmente se describe como una sensación en donde el paciente puede sentir que los objetos a su alrededor le dan vueltas, o bien, la sensación de que es el mismo quien está girando produciéndose de esta manera desequilibrio, mareos e inestabilidad.
Existen diferentes tipos de vértigos cuya clasificación depende del origen de los mismos; se producen generalmente por alteraciones en los receptores articulares del cuerpo las cuales son las que dan esa sensación de la pérdida del equilibrio, y uno de los tipos más comunes que podemos mencionar son los vértigos cervicales. En este caso, el vértigo se encuentra directamente relacionado con los trastornos comunes de la columna cervical, los cuales pueden ser contracturas musculares que produzcan una limitación en la movilidad de la misma; golpes o traumatismos tales como los latigazos verticales, y también a causa de los procesos degenerativos característicos de la artrosis.
Si hablamos de los vértigos cervicales de manera clínica, debemos decir que se relacionan directamente con la posición de la cabeza, a cual a su vez, se acompaña por una contractura en los músculos del cuello que se traducen en dolores y malestares en la nuca pudiendo extenderse hasta las extremidades superiores. Estos vértigos cervicales generalmente se manifiestan como una sensación constante de flotación o inestabilidad que por lo general se superponen con la sensación de vértigos rotatorios.
El vértigo en general es un problema que tiene una manera de ser tratado, pero es importante que se tenga un diagnóstico correcto. Lo más indicado es un tratamiento directamente sobre la columna cervical con la finalidad de relajar los músculos de la misma y de esta manera poder evitar que las contracturas extiendan los problemas. Hay tanto vértigos cervicales crónicos como residuales, y en ambos casos el más indicado es realizar una rehabilitación fisioterapéutica junto con diferentes ejercicios en donde se practica la perdida de equilibrio repetidamente. Este tratamiento busca hacer trabajar los tres sistemas receptores (vista, oído y articulaciones) conjuntamente de manera tal que el sistema nervioso central pueda volver a procesar correctamente la información que le es enviada.
Para entender más
Para que puedas entender un poco más acerca de los vértigos cervicales y otros tipos, debes tener en cuenta que nuestro cuerpo utiliza tres sistemas para poder mantener el equilibrio. Uno de ellos y el más importante es la vista, siendo que ésta es la que le envía la información al cerebro que tiene que ver con nuestra posición en cuanto a los objetos que nos rodean; es por esta razón que las personas que sufren de ceguera, deben aprender a desarrollar otros sentidos para reemplazar la vista.
El segundo sistema que utiliza es el oído interno, el cual se trata de un laberinto posterior que se encuentra formado por conductos encargados de informar al cerebro sobre las aceleraciones y posición de la cabeza. Básicamente estos conductos informan sobre la aceleración que se hace durante la rotación mientras que el utrículo informa sobre la posición de la cabeza además de las aceleraciones lineales.
El tercero de los sistemas es el de los receptores articulares, siendo que las articulaciones de nuestro cuerpo encontramos receptores que son los encargados de indicarle a nuestro cerebro la posición en la cual se encuentran nuestros miembros sin tener la necesidad de mirarlos.
Estos tres sistemas se complementan entre sí, permitiendo de esta manera que el cuerpo conozca cuál es su posición en el espacio y de esta manera se logra dar a los músculos, las ordenes adecuadas para mantener el equilibrio. Precisamente como mencionamos antes, los problemas de vértigo se presentan cuando hay un conflicto en la comunicación entre estos tres sistemas.
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