Cinturón gástrico
Un problema que afecta a gran parte de la población mundial es la obesidad, es cierto que en algunos países este tema es mucho más relevante que en otros, como por ejemplo en los Estados Unidos, sitio donde los malos hábitos alimenticios hacen que el nivel de personas obesas aumente cada año.
El cinturón gástrico se ha presentado en los últimos 10 años como una solución a esta patología, pero no puede aplicarse porque sí, se debe analizar la situación de cada paciente y lograr algunas metas impuestas por el médico con respecto al peso y la salud, para poder llevar a cabo esta intervención.
El cinturón gástrico representa uno de los tratamientos más demandados para combatir la obesidad y se lleva a cabo mediante un procedimiento quirúrgico, y al no requerir suturas es mucho menos invasivo que el famoso by pass gástrico. Básicamente el cinturón gástrico es una banda de silicona que se sitúa alrededor del estómago para poder reducir su tamaño, se puede ajustar mediante un artefacto que se sitúa debajo de la piel, lo que le permitirá al médico regular dicha banda, de acuerdo a las necesidades y progreso del paciente. Muchos se preguntarán
¿Cómo trabaja este cinturón gástrico?, lo que afirman los médicos es que como se reduce el tamaño del estómago, la persona no siente la necesidad de comer tanto por día, es así como disminuye sus porciones y esto hace que se pueda bajar de peso rápidamente. Una gran ventaja de este procedimiento es su reversibilidad, algo que no ocurre con el by pass gástrico, esto quiere decir, que podemos retirar la banda de silicona del estómago para devolverlo a su tamaño habitual una vez realizado el tratamiento.
¿Quiénes pueden utilizar el cinturón gástrico?
Esta es una pregunta común en la gente con problemas de obesidad y que deseen incurrir en el tratamiento, los pacientes indicados para emplear esta técnica son los que han seguido diferentes tratamientos para bajar de peso y no lo han logrado (dietas, ejercicio físico, fármacos, etc). Con el cinturón gástrico se pueden perder entre un 30% y 80% del sobrepeso que aqueja a la persona obesa, todo esto dependerá del metabolismo de cada paciente, como de la regulación del cinturón y de la actividad física que realice.
Como lo dijimos al comienzo, la persona debe someterse a diferentes exámenes físicos y médicos para poder descartar patologías estomacales o del sistema digestivo como úlceras, cálculos en la vesícula y demás afecciones. Una vez que el médico nos brinda su visto bueno y se proceda a la intervención, una vez que se finalice, la persona deberá quedar internada al menos 24 horas para evaluar su progreso y recuperación. Al principio no podrá consumir nada sólido, pero con el correr de los días, los irá incorporando a su dieta moderadamente; no es extraño que durante los 3 meses, después de la operación, el individuo sienta malestar estomacal, nauseas y vómitos. Estos síntomas son naturales y desaparecerán con el correr de los días.
Colocarse un cinturón gástrico no quita responsabilidades al paciente, ya que éste debe acompañar la intervención con una dieta equilibrada y saludable, como con actividad física. Si el paciente no sigue una dieta correcta, come en demasía y no hace gimnasia, el cinturón comenzará a agrandarse y el estómago volverá a su tamaño original. A esto hay que sumarle que sin ejercicio físico, la piel permanecerá flácida y para ello habrá que recurrir a otras cirugías para poder restablecer su apariencia y elasticidad.
Es cierto que como toda intervención quirúrgica existen riesgos, es por ello que el médico que la lleva a cabo, debe realizar los análisis correspondientes para minimizarlos. Dentro de estos riesgos tenemos: el posible desarrollo de cálculos en la vesícula, lesiones en el estómago si la banda no ha sido fijada correctamente o alguna posible incrustación en el mismo. Para solucionar estos problemas se deberá recurrir a otra cirugía.
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