Tratamiento para el asma
Una de las patologías más complejas de tratar es el asma, esto se debe a que parece, al principio, inofensiva, y luego va tornándose mucho más compleja si no se sigue un tratamiento a tiempo. ¿Pero cómo identificamos el asma?, ¿Cómo lo tratamos o curamos?.
Para poder encontrar la cura, debemos aprender cómo se manifiesta y evoluciona la enfermedad; el asma en este caso es una patología crónica y lo que caracteriza a esta enfermedad es una anomalía en las vías aéreas, que se tornan más finas y al mismo tiempo su musculatura lisa se ensancha por una inflamación de la mucosa. Cuando esto ocurre puede tener varias causas, una de ellas y la más común, es la exposición a un medio ambiente frío o húmedo; también el cambio de clima repentino de calor a frío; el estrés emocional también puede contribuir.
El estrechamiento que se produce en nuestro sistema da origen a una obstrucción y esto no permite que el aire pase de manera adecuada; en el momento que los síntomas del asma empeoran, es donde comienzan los ataques. El tratamiento para el asma es muy diferente de acuerdo al grado de la enfermedad; si estamos viviendo una crisis de asma es porque dicha patología ha pasado de ser leve a compleja. Dichos ataques suelen ser cortos pero puede haber períodos en donde los suframos diariamente, por varias semanas.
Síntomas
Para poder establecer un eficiente tratamiento para el asma, debemos reconocer ante todo los síntomas: la respiración silbante, la falta de aire, el sentir el pecho oprimido, ataques de tos durante la noche o en las primeras horas del día, son indicios de que estamos padeciendo la enfermedad.
Es muy probable que luego de sufrir ataques de asma, nos sintamos bien por un tiempo, pero pueden presentarse síntomas leves como perder el aliento si es que hacemos alguna actividad física, por ejemplo. El asma puede ser leve o puede poner en riesgo la vida de cualquier ser humano, por lo general los síntomas de esta enfermedad son controlados mediante el uso de fármacos. Para poder llevar a cabo el tratamiento para el asma debemos distinguir el tipo de asma que padecemos: asma nocturno, ocupacional, alérgico, estacional o inestable, esas son las clases más comunes.
Dentro de las mismas el asma puede presentarse de forma intermitente o persistente, de acuerdo a la gravedad; a su vez la enfermedad puede estar controlada o parcialmente controlada. En el primero de los casos los síntomas son diarios o nocturnos y no se necesita de medicamentos; mientras que en el segundo caso, los síntomas aparecen de forma seguida y debe recurrirse a algún fármaco al menos dos veces por semana para evitar las posibles crisis.
Tratamiento ambulatorio
El tratamiento para el asma cuenta con cuatro fases, la primera de todas es evaluar objetivamente la función pulmonar y de esta manera saber cuán grave es nuestro estado y al mismo tiempo, podremos monitorear el desarrollo del tratamiento. Siempre se debe recurrir al médico para poder empezar con el proceso de curación, no se debe tomar esta patología a la ligera, el asma no es sinusitis, ni gripe o un mero dolor de cabeza, es una enfermedad compleja que puede tornarse muy peligrosa si se medica de forma incorrecta.
Existen remedios diseñados para poder revertir y, al mismo tiempo, prevenir la inflamación de las vías respiratorias, como también para tratar el broncoespasmo. El control ambiental es fundamental para reducir la gravedad del asma, ya de esta manera evitamos la aparición de factores externos que puedan fomentar la enfermedad. Si el tratamiento para el asma es efectivo, entonces podemos mantener los índices pulmonares en óptimas condiciones; se podrá también mantener los niveles de actividad que venimos trayendo, como el ejercicio físico, por ejemplo. Con un buen tratamiento no sufriremos recaídas agudas, quizás algunas molestias, dependiendo de la seriedad de la condición.
Lo más probable es que el médico nos recete medicamentos anti-inflamatorios o broncodilatadores; los primeros nos ayudan a evitar que se inflamen las vías respiratorias, éstos suelen contener nedocromil, cromoglicato y corticoesteroides. Los remedios broncodilatadores tienen como objetivo abrir la vía respiratoria mediante la relajación del músculo bronquial; los broncodilatadores más conocidos son los agonistas beta-adrenérgicos y las metilxantinas. Un tratamiento para el asma que ha aportado muy buenas soluciones es la inmunoterapia, éste consiste en vacunas de alergia, y suele utilizarse cuando el tipo de asma que sufrimos es alérgico. Estas vacunas nos ayudan a crear una resistencia casi permanente a los alérgenos que intensifican los síntomas del asma. A eso, si le sumamos las medidas de control ambiental, podremos combatir la enfermedad o disminuir su intensidad, el control ambiental favorece la reducción de los alérgenos interiores como exteriores. Estos tips pueden ayudar, pero siempre deben estar acompañados por una supervisión profesional.
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