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Tratamiento del alzheimer

Se denomina Enfermedad de Alzheimer (EA) a un tipo de alteración neurodegenerativa primaria, cuya aparición se da frecuentemente en personas mayores de 65 años, aunque en algunos casos se presenta en sujetos más jóvenes. Se manifiesta como deterioro a nivel cognitivo asociado a trastornos conductuales, y su característica principal es la perdida progresiva de la memoria así como también de otras funciones mentales.

Esta enfermedad se va agravando progresivamente, a medida que las células nerviosas mueren y las diferentes zonas cerebrales se van atrofiando. Dependiendo de la severidad de la enfermedad en el momento en que es diagnosticada, variará la duración media de la misma. Se estima que desde el momento del diagnostico la misma tiene una duración aproximada de10 años, aunque resulta difícil de determinar el pronostico para cada individuo en particular.

El promedio general de los casos es de alrededor de 7 años, y se observa que luego del diagnostico, solo el 3% de los pacientes, o menos, viven más de 14 años. El progreso de la enfermedad se va dando de manera gradual, y a lo largo del tiempo se van perdiendo las funciones biológicas que finalmente conducen a la muerte.

tratamiento del alzheimer severoEn la actualidad no existe cura para el Alzheimer, pero una vez diagnosticada la enfermedad, se ofrecen distintas posibilidades de tratamiento. Si bien ningún tratamiento revierte el proceso degenerativo, algunos fármacos pueden retrasar la progresión de la patología en determinadas fases de la enfermedad.

La terapéutica de la EA debe reconocer los distintos síntomas que la misma presenta, para poder tratarlos. Principalmente, estos son los síntomas cognitivos, no cognitivos, y comportamentales. Los síntomas que se llaman cognitivos surgen del deterioro de la memoria, el juicio, la posibilidad de compresión, la habilidad matemática, la función viso espacial, el lenguaje, entre otras.Los síntomas que se denominan no cognitivos, se relacionan a ideas de tipo paranoicas, alucinaciones, entre otras. Estos síntomas no aparecen en todas las persona con EA, pero suelen ser una fuente de complicaciones para las personas que los padecen como para sus cuidadores, resultando a menudo una de las razones primarias por las que los pacientes solicitan asistencia.

Objetivos del tratamiento

estudios para el tratamiento del alzheimerLos objetivos del tratamiento son varios, y se consideran distintas opciones ya que no existe una que sea 100% efectiva. Las causas del Alzhéimer aun no han sido descubiertas, y las diferentes vertientes de tratamientos se basan en las principales hipótesis que existen para explicar el fenómeno, que son: el déficit de la acetilcolina, la acumulación de amiloide o tau y los trastornos metabólicos.

La hipótesis colinérgica es en la que están basados la mayoría de los tratamientos en la actualidad, sugiere que el Alzhéimer se debe a una disminución en la síntesis del neurotransmisor acetilcolina. Por esto se utilizan fármacos que aumenten los niveles de acetilcolina en el cerebro, y se busca lograrlo utilizando precursores de la acetilcolina, inhibiendo la enzima que la degrada (la acetilcolinesterasa), o bien utilizando agonistas postsinápticos directos. Las drogas de este tipo que se utilizan en las primeras etapas de la EA son Tacrina, Donepezilo y Rivastigmina. Con estos fármacos se tratan las fases iniciales y moderadas del trastorno, actuando sobre los síntomas primarios cognitivos, que son aquellos que se asocian a la pérdida de la memoria (tanto de fijación como de evocación) así como también a otros trastornos cognitivos, tales como afasia, apraxia, agnosia y otras alteraciones relacionadas al funcionamiento ejecutivo.

Junto con estas drogas, se administran tratamientos que apuntan a mejorar otros aspectos sintomáticos no cognitivos y conductuales que afectan a los pacientes a medida que transcurre la enfermedad, tales como la depresión, estados de agitación, alteraciones del sueño, o complicaciones fisiológicas que surgen más tardíamente como la incontinencia de esfínteres, estreñimiento, infecciones urinarias, úlceras que son provocadas por la inmovilidad, tromboflebitis, entre otros síntomas.

El único fármaco aprobado para el tratamiento de la fase severa de la enfermedad es el Memantine, que es un regulador de glutamato cuya administración puede darse sólo, o de manera conjunta con los inhibidores de acetilcolinesterasa (Donepezilo, Rivastigmina, Galantamina). Este fármaco podría además afectar el proceso de base fisiopatogénico de la enfermedad, gracias al mecanismo que produce de inhibición de la entrada de calcio en reposo que existiría como proceso patológico. Los efectos adversos que su ingesta podría provocar resultan más leves que las de los anticolinesterásicos, siendo las mismas relacionadas al estado de inquietud, acatisia, así como también molestias gastrointestinales leves.

Otra posibilidad que se ofrece para el tratamiento de la EA es la administración de antioxidantes, en particular la vitamina E, la Seleginina y el Bifemelano. Estos agentes han demostrado tener propiedades que protegen del daño neuronal en estudios realizados en animales, lo que ha llevado a la conducción de ensayos con pacientes de EA y demencias. Esta droga ha probado tener una baja incidencia de efectos adversos, siendo éstos por lo general relacionados a trastornos en la coagulación de la sangre. En el tratamiento de la EA no solo debe considerarse al paciente que la padece, sino al cuidador del mismo. Por lo general es algún miembro de la familia que se encuentra muy probablemente en estados crónicos de estrés.

Es importante asistir, aconsejar, orientar y contener también a los familiares del paciente, ya que la enfermedad afecta a toda la familia. En lo que respecta al paciente, además de los tratamientos farmacológicos que existen y que se pueden administrar, intervienen profesionales de la salud tales como psiquiatras, psicólogos, terapistas ocupacionales, foniatras, kinesiólogos, entre otros, ya que el tratamiento debe incluir una estimulación múltiple e integral del paciente, dado que la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad sumamente compleja y debe abordarse desde todos los lugares factibles.