Síntomas de depresión y ansiedad
Para hablar de los síntomas de depresión y ansiedad, debemos en principio, saber que se trata de una enfermedad como cualquier otra y que debe ser tratada en los consultorios, pero esta vez en los de salud mental. Son muchas las personas que están afectadas por esta enfermedad, en estos tiempos, y las estadísticas lo demuestran, más de quince millones de personas, solo en los Estados Unidos de América, están afectadas, en lo que se da en llamar la enfermedad del siglo, ya que las cifras son alarmantes.
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Entre los síntomas de depresión y ansiedad, se encuentran la irritabilidad, la falta de concentración, los olvidos, la pérdida de peso, el nerviosismo constante, con la suma de que se ha perdido el placer de la vida. Las alteraciones en el pensamiento, suelen aparecer en estas personas, como por ejemplo que tiene esta, o aquella enfermedad, con grandes sentimientos de culpa, todo es producto de su imaginación que nunca descansa, y que por otra parte, es lo que marca su acentuada distracción para efectuar actividades en el presente.
Es importante que ante la menor duda que se está pasando por una de estas situaciones se haga la consulta lo antes posible, para prevenir males mayores que deriven en enfermedades que no tienen retorno, como la esquizofrenia, o los ataques psicóticos. El solo hecho de sentarse y pensar que estamos pasando por una situación de ansiedad, puede al paciente ayudar a pensar si se trata de algo pasajero, de algo momentáneo que le causa esa ansiedad, como por ejemplo un trabajo nuevo, una mudanza, vísperas de bodas, y otros, pero si eso está sumado a una tristeza sin aparentes fundamentos, esto hay que revisarlo para tener un diagnóstico correcto, lo antes posible.
Las enfermedades mentales, cuando se originan, dan indicios, como el aislamiento, y la culpa, estos últimos, claros síntomas de depresión y ansiedad.
El individuo, se siente desbordado por sus pensamientos reales o imaginarios, a los que no puede manejar, y mucho menos calmar esa ansiedad, que por lo general dan además otras complicaciones como la pérdida de apetito, el deseo sexual, o el contrario de ambas, pero si darse cuenta que algo no está bien en un comienzo, es allí cuando tenemos que entender que algo ha disparado en nuestra mente ese estado de desaliento, de apatía, de malos y negativos pensamientos, para evaluar la situación y poner cartas en el asunto, ¿cómo?, simplemente, acudiendo en principio, a una consulta con un psicólogo, para saber si se trata de algo pasajero, que no tiene demasiada importancia, o por el contrario, corresponde al inicio de un problema mayor.
El papel de la terapia
El profesional psicólogo, actuante reconocerá si es un problema que se puede curar y remediar con una psicoterapia de las más comunes, o si se necesita una derivación con un psiquiatra. La diferencia entre ambos, es la medicación, que el psiquiatra recetará al enfermo que tiene una u otra patología.
Los antidepresivos tienen sus pros y sus contras, pero en las dosis que el médico receta, el problema se reduce. Nunca deberemos automedicar en este sentido, porque podemos estar encubriendo un problema que tiene solución haciendo una terapia convencional, o en el peor de los casos hacernos más daño que el que ya tenemos. Las dudas las quitamos en el consultorio, solos o acompañados con nuestros seres más allegados. Y si se trata de tener un familiar enfermo, somos nosotros los que acompañaremos en todo sentido.
Los síntomas de depresión y ansiedad, son sencillos de ver, los individuos cambian las conductas a la vista, así que es muy difícil que un problema de estas características, pase desapercibido por familiares y amigos.Todos en mayor o en menor medida, hemos sentido tristeza por algún hecho que ha sucedido en nuestra vida, pero eso pasajero, el individuo normal, a medida que pasa el tiempo, supera ese estado de ánimo, y se recupera, aunque siempre le recuerde la tristeza, ahora cuando la tristeza es patológica, es diferente: esta interfiere de tal manera, que cambia todos los aspectos fundamentales de la vida, como el comer, descansar, amar, y se ve reflejado en todos sus actos. El sentimiento de culpa, está presente en todos sus actos, lo que genera el círculo vicioso del que hablan los profesionales.
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De este tipo de enfermedades, se sale adelante con terapias, y con ayudas profesionales. Las estadísticas, dan a conocer cifras alarmantes de suicidios de personas que padecen síntomas de depresión y ansiedad, quince de cada cien personas que padecen este tipo de patologías, termina por un suicidio. Los tipos de depresiones son muchos por ejemplo y en este caso, depresión ansiosa, es la ansiedad la que estimula ese sentimiento, y en los casos de depresión inhibida, es cuando el paciente se encuentra apesadumbrado. Hay ciertas propensiones en personas que tienen antecedentes de familiares con estos síntomas, porque lo biológico, la herencia, y el medio ambiente, son muchas veces los generadores de este tipo de patologías.
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