Dermatitis
Las enfermedades superficiales por lo general no representan un gran peligro para el paciente, pero de todas formas su tratamiento no debe tomarse a la ligera, este es el caso de la dermatitis, una afección de la piel que ha aquejado a muchas personas con el correr de los años. Para que comprendamos un poco mejor, la dermatitis es una enfermedad de la piel en donde ésta se enrojece y sufre dolor segundos después de haber entrado en contacto con algún tipo de sustancia.
La dermatitis se clasifica en dos tipos irritante o alérgica; con respecto a la primera, es la que también se conoce con el nombre de "dermatitis de contacto" y se origina cuando la piel está en contacto con ácidos o materiales de tipo alcalinos como son los detergentes, suavizantes de tela, disolventes, jabones y demás químicos. La reacción que notamos a simple vista en la piel es muy similar a la de una quemadura.
Existen otro tipo de materiales que también puede provocar esta clase de dermatitis: el cemento, las tinturas para el pelo, el shampoo, los guantes de caucho, los plaguicidas e incluso los pañales húmedos, en los niños. La dermatitis de contacto, por su parte, es causada por la exposición de la dermis a una sustancia la cual es extremadamente sensible para la piel y origina algún tipo de alergia.
Los alérgenos más tradicionales son los adhesivos (para pelucas, por ejemplo), los antibióticos, las telas y algunas prendas de vestir, el níquel o metales similares, el esmalte para uñas, algunas fragancias de perfumes, jabones y cremas, las plantas, etc. En ocasiones ocurre que no se puede ver la reacción del enrojecimiento de la piel cuando nos exponemos por primera vez, pero la exposición regular hacia la misma, genera una sensibilidad con el correr del tiempo. Por otra parte, existen productos que solo causan dermatitis cuando la piel está expuesta a la luz solar, entre los más comunes tenemos las lociones de afeitar, los filtros solares, perfumes, aceites y demás.
Síntomas específicos
Para poder determinar si estamos sufriendo de algún tipo de dermatitis, ya sea irritante o alérgica, debemos analizar los síntomas ya que éstos dependerán mucho de la causa. Las reacciones alérgicas pueden tener lugar de forma repentina o incluso meses luego de la exposición a una sustancia en particular.
Una de las áreas más comunes en donde se hace presente la dermatitis es en las manos; productos como perfumes, cosméticos y cremas provocan irritaciones cutáneas en el rostro e incluso en el cuello. La bisutería, en especial la de fantasía, suele también provocar dermatitis de contacto, es por esto que siempre se aconseja utilizar plata u oro.
Un síntoma común de esta afección es la picazón en las áreas afectadas, en el caso de la dermatitis de tipo alérgica, la picazón puede tornarse más que molesta y, en ocasiones, grave, puede hasta provocar ardor y dolor. Esta clase de dermatitis puede identificarse rápidamente ya que se hace presente mediante la aparición de un sarpullido rojo, veteado o a veces, en áreas específicas en donde la sustancia hizo contacto con la piel.
Las erupciones alérgicas tardan entre 24 y 48 horas en hacerse presentes y éstas pueden manifestarse de las siguientes maneras: con protuberancias rojas y ampollas, pueden sentirse calientes, supurar o formar alguna costra, y también puede tornarse escamosa. Cuando se padece de dermatitis irritante, lo primero que notamos es la piel seca, áspera y de color rojo; si el caso está avanzado, pueden formarse cortes, por ello no debemos dejarnos estar. La dermatitis puede tratarse fácilmente si acudimos al médico de inmediato, él nos diagnosticará y proveerá de la medicación necesaria.
Pruebas de alergia y tratamiento
Para poder tratar a la dermatitis, sin importar su condición, deben llevarse a cabo diferentes exámenes o checkeos. Las pruebas de alergia con parches subcutáneos son de primer orden y nos ayudan a determinar cuál es el alérgeno que está provocando la afección. Para este procedimiento se necesitan de tres visitas al médico: en la primera visita se aplican estos pequeños parches en la piel y se dejan por 48 horas para luego establecer si la dermis presentó algún tipo de reacción.
Para poder determinar esto, se tendrá la segunda visita, en donde el médico evaluará la situación. En la tercera visita, dos días después de la segunda, se evalúan las posibles reacciones tardías, ya que como dijimos previamente, la piel puede reaccionar al alérgeno mucho después. Para un buen tratamiento, siempre se debe lavar la zona afectada con abundante agua para mantenerla limpia; las cremas humectantes ayudan a mantener la dermis húmeda y promueve la regeneración de la misma. En algunos casos, las cremas con corticoesteroides pueden reducir inflamaciones, pero éstas deben ser recetadas. En casos extremos el médico recetará corticoesteroides en pastillas o inyecciones.
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