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Tratamientos del impétigo

El impétigo es una enfermedad que afecta piel provocando ampollas, pápulas y costras cutáneas, y que se contagia mayormente en niños, aunque puede desarrollarse en adultos también. Esta enfermedad provoca la aparición de vesículas o ampollas en la superficie de la piel, que al romperse provocan la aparición de unas costras de color miel, que son denominadas melicéricas. Dicha enfermedad puede propagarse a cualquier parte del cuerpo, contagiando a cualquier zona de la piel.

Generalmente estas lesiones se presentan en las zonas descubiertas del cuerpo, como por ejemplo la cara, las orejas, las extremidades (brazos y piernas), la zona de la boca y la nariz. De todas formas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, ya que la infección se va propagando a medida que se va contagiando en el cuerpo de la persona que porta la enfermedad. Las vesículas o pápulas características de esta afección no dejan secuelas a largo plazo, pero pueden producir cambios en la pigmentación de la zona de la piel afectada, durante el lapso de varios meses.

tratamiento impetigo en niñosEsta clase de enfermedad puede afectar a cualquier persona, en cualquier edad, pero se presenta más comúnmente en niños de entre 2 y 5 años de edad. Lo que causa esta afección es un grupo de bacterias llamadas Estreptococo, o también puede ser contagiada por bacterias llamadas Estafilococos. (Estreptococo Beta hemolítico A yStaphylococcus aureus).

En base a las investigaciones llevadas a cabo en los últimos tiempos relativas a esta enfermedad, se ha determinado que la bacteria Staphylococcus aureus es la que causa de manera mas frecuente el contagio de la enfermedad de impétigo a nivel mundial. Las mencionadas bacterias son un tipo de microrganismo que habita de manera habitual en la piel y en la nariz. Con el advenimiento de determinadas erosiones o heridas en la zona, las bacterias logran penetrar en la piel y provocar la infección cutánea que caracteriza la enfermedad. Las áreas que resultan infectadas por esta bacteria se ven enrojecidas, hinchadas, desarrollando vesículas o ampollas y pápulas, que poco a poco se van llenando de pus y luego se fisuran fácilmente, dejando libre el contenido purulento. Una vez que se secan las pápulas y cesan de supurar, se forman las costras de color miel en la piel que resultan características del impétigo.

Prevenir el contagio

tratamiento del impetigo con la higienePara prevenir el contagio de esta enfermedad, primero se debe tener en cuenta que el impétigo es una enfermedad infecciosa que se auto contagia, es decir, que se propaga en la misma persona, provocando infecciones en las áreas de piel sana de la misma persona, así como también se propaga a otras personas especialmente si se toma contacto con las pápulas supurantes o las costras.

Con el fin de prevenir su contagio y propagación se deben respetar ciertas pautas básicas de higiene. Entre ellas, las mas simples se basan en bañarse para higienizar el cuerpo a diario, utilizando toallas que luego deben descartarse para ser lavadas, ya que de ser vueltas a utilizar se corre el riesgo de contagio. Resulta importante que la persona portadora de la enfermedad mantenga sus manos y uñas limpias en todo momento, por lo cual en el caso de los niños, los padres o cuidadores deberán ocuparse de lavarle las manos constantemente para evitar el auto contagio y el contagio a sus pares. La ropa que haya entrado en contacto con las lesiones de la persona debe lavarse con agua caliente y jabón luego de haber sido utilizada.

El tratamiento una vez que la enfermedad ha sido contagiada, se basa en la cura de las lesiones provocadas por las bacterias. Para esto se utiliza tanto un tratamiento local, como oral, dependiendo del caso y de lo que considere el medico tratante. El tratamiento local consta de curar las costras ablandándolas con agua tibia y removiéndolas de la superficie cutánea. Una vez despejada la zona lesionada, deberá aplicarse una pomada o crema antibiótica, como por ejemplo puede ser mupirocina, bacitracina o ácido fusídico, así como también se debe colocar un antiséptico en la zona y en las zonas aledañas, que podría ser, por ejemplo, clorhexidina, y debe colocarse aproximadamente dos veces diarias.

La indicación de este tratamiento debe ser proscripta por un medico clínico o dermatólogo para ajustar el tratamiento a lo que requiere cada caso de cada paciente particular. Es sumamente recomendable que el tratamiento se inicie apenas se perciben los primeros síntomas de la enfermedad, para evitar que la misma se propague y se agraven los síntomas. Una vez que comienza el tratamiento las lesiones comienzan a desaparecer rápidamente, demorando alrededor de una semana en extinguirse. En los casos mas avanzados se complementa el tratamiento tópico con la administración de antibióticos por vía oral, y solo en raras ocasiones se utiliza la administración por vía perental. Los antibióticos que se utilizan en general para el tratamiento del impétigo son derivados de la penicilina, tales como cloxacilina, amoxicilina-clavulánico, eritromicina y cefalosporinas. En el caso de que el tratamiento indicado sea vía oral, el mismo suele tener una duración mínima de 10 días.