Diabetes
La diabetes es una enfermedad que afecta a un gran número de personas alrededor del mundo, y aunque todavía no se ha encontrado la cura para ella, sí podemos acceder a algunos tratamientos para controlarla y convivir de la mejor manera con la enfermedad.
Podemos definir a la diabetes como un grupo de trastornos metabólicos que afecta a varios órganos como tejidos del cuerpo y esto se debe al aumento del nivel de glucosa en la sangre llevando a padecer hipeglucemia. Al incremento de glucosa se le suma la baja producción de insulina, todo esto da origen a la diabetes.
No todos estamos familiarizados con esta patología, por ello debemos estar atentos a los síntomas que la delatan; entre los más comunes tenemos a la emisión de mucha orina, un aumento en el apetito, el padecimiento de mucha más sed de la habitual y la pérdida de peso de forma repentina y sin causa alguna.
De acuerdo a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud, podemos distinguir entre 3 tipos de diabetes: la de tipo1, la de tipo 2 y la gestacional (la cual tiene lugar durante el embarazo). Los números en cuanto al padecimiento de esta enfermedad son alarmantes, para el año 2000 teníamos 171 millones de diabéticos en el mundo, para el 2030 se cree que el número ascenderá a 370 millones. La diabetes puede tener consecuencias brutales si no se controla la enfermedad adecuadamente: enfermedades cardiovasculares, retinopatías, neuropatías, problemas en los riñones y en los nervios, etc).
Características generales
La diabetes tipo uno es una de las tres que se conocen actualmente, es la que conocemos como "diabetes insulino dependiente". Esta patología es muy común en los jóvenes y tiene lugar a la carente producción de insulina; de cree que los diagnósticos más frecuentes tiene lugar cuando la persona ronda los 25 años.
Tenemos un nivel intermedio de este tipo de diabetes llamada 1.5 que se ha descubierto recientemente, también se la denomina mixta porque combina síntomas de la diabetes tipo 1 y 2. Siguiendo con la clasificación, debemos pasar a la diabetes tipo 2, ésta es muy particular ya que el cuerpo sí produce insulina pero no la suficiente y por ello la glucosa no se distribuye correctamente en el organismo.
Este tipo de diabetes es muy común en adultos obesos. La diabetes gestacional puede presentarse en 1 de cada 10 embarazadas; por lo general si se hace presente es después del parto o cuando el feto fallece. No nos olvidemos que el embarazo conlleva a un cambio rotundo en el organismo de la mujer; el feto emplea la energía de su huésped y esto hace que disminuya el nivel de insulina dando lugar a la aparición de la enfermedad. Existen algunos síntomas que son menos frecuentes pero que dan indicios a la aparición de la diabetes: la vaginitis en las mujeres y la balanitis en hombres. La ausencia de la menstruación o la impotencia sexual en los varones; signos de debilidad, irritabilidad, vómitos, náuseas, mal aliento, cambios de ánimo y dolor abdominal.
Combatiendo la diabetes
La diabetes puede tratarse pero no curarse, y esto debemos tenerlo en claro, el objetivo de los tratamientos en esta patología es la de restaurar los niveles de glucosa normales; cuando padecemos de diabetes tipo 1 o gestacional, se administra un sustituto de insulina. En la diabetes tipo 2 a este tratamiento se lo complementa con antidiabéticos orales. Para saber si realmente los tratamientos están surtiendo efecto se lleva a cabo un test llamado hemoglobina glucosilada, los médicos ya determinaron los valores normales que el test debe arrojar y es mediante estos parámetros que podemos controlar la afición.
Con un buen tratamiento para la diabetes reducimos el riesgo a contraer muchas enfermedades: insuficiencia renal, retinopatía y demás patologías. Para poder mantenernos sanos y evitar que la diabetes nos afecte, debemos llevar una alimentación sana y hacer bastante ejercicio físico; debemos cuidar la cantidad de carbohidratos que ingerimos y evitar que se eleve el índice glucémico. Un diabético no puede consumir demasiadas comidas con harinas blancas, debe optar por la harina integral, la cual, a su vez, ayuda a controlar mejor la insulina producida por el organismo.
Hoy en día podemos encontrar infinidad de productos hechos para diabéticos, todos ellos sin azúcar; siguen manteniendo el sabor dulce. Los diabéticos no pueden subir de peso y para evitar que esto pase, debemos hacer actividad física, esto no es un dato menor. Los ejercicios se relacionan íntimamente con los niveles de insulina que produce el cuerpo; cuanto más ejercicio realicemos, lograremos que los tejidos del cuerpo estén más sensibles a la insulina. Debemos cuidarnos de esta enfermedad que, en ocasiones es silenciosa mediante tratamientos, exámenes médicos y medicamentos; la dieta y la actividad son fundamentales para evitar que esta patología nos afecte duramente.
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