redes sociales
 
StumbleUpon!
 

navegacion links
 

Diabetes tipo 2

La diabetes mellitus es un síndrome orgánico multisistémico, caracterizado por una conjunción de trastornos metabólicos causados por un problema en la forma como el cuerpo produce o utiliza la hormona insulina. Dicho trastorno es crónico, es decir que dura para toda la vida; y afecta a distintos tejidos y órganos.

El síntoma principal de esta enfermedad es la suba de glucosa en sangre (o hiperglucemia) causada o bien por la baja en la producción de la insulina secretada por las células Beta en los Islotes de Langerhans en el páncreas endocrino, o por el uso inadecuado por parte del cuerpo de dicha hormona. La insulina es necesaria para que las células puedan utilizar la glucosa y transformarla en energía disponible. Ante la falla de esta hormona, la glucosa queda en la sangre y no puede ingresar a las células. Esta es una patología compleja que encierra a varias enfermedades cuya característica común es la de incluir un trastorno global del metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y proteínas.

En la actualidad se reconocen dos tipos de clasificaciones para esta enfermedad, las reconocidas por la Organización Mundial de la salud (OMS) y las propuestas por Asociación Americana de Diabetes (ADA). Según el Comité de la ADA, los distintos tipos de Diabetes Mellitus se pueden clasificar en 4 grupos: Diabetes Mellitus tipo 1,  Diabetes Mellitus tipo 2, Otros tipos de Diabetes Mellitus, Diabetes gestacional.

La diabetes de tipo 1 (antes llamada diabetes insulino dependiente) se caracteriza por tener comienzo en una época temprana de la vida y se caracteriza por tener un déficit total de la hormona insulina, como resultado de la destrucción de las células Beta del páncreas a causa de procesos autoinmunes o idiopáticos.

dibujo de la diabetes tipo 2El porcentaje de diabéticos que tienen diabetes de tipo 1 es mucho menor que el porcentaje que padece el tipo 2, Aproximadamente una de cada veinte personas diabéticas tiene diabetes tipo 1, y por lo general se presenta en jóvenes y niños. La diabetes de tipo 2 tiene un mecanismo fisiopatológico que se caracteriza por funcionar con un déficit relativo de producción de insulina y, a su vez, una deficiente utilización periférica por los tejidos de glucosa, proceso que es llamado "resistencia a la insulina". Esto produce que la grasa, el hígado y las células musculares normalmente no respondan a dicha insulina.

A diferencia de la diabetes de tipo 1, esta suele desarrollarse en etapas adultas de la vida de la persona y se encuentra frecuentemente asociada a la obesidad, aunque puede ser provocada por otros factores. Cuando se encuentran índices altos de grasa corporal, esta le dificulta al cuerpo el uso de la insulina de la manera adecuada.

La alimentación y la salud

sistema de deteccion de la diabetes tipo 2Un importante porcentaje de las personas adultas que son diagnosticadas con este tipo de diabetes presentan sobrepeso al momento del diagnóstico, aunque puede presentarse también en personas delgadas y es muy frecuente en ancianos. Por otro lado, es frecuente que la toma prolongada de corticoides, así como también la hemocromatosis no tratada detonen la aparición de esta enfermedad. Generalmente la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente en el tiempo.

Existen varios factores que inciden en su aparición, principalmente el factor genético y los antecedentes familiares, así como también factores ambientales, el estilo de vida sedentario, la dieta deficiente, el peso corporal excesivo con acumulación de grasa abdominal. Este tipo de diabetes no resulta sencillo de diagnosticar especialmente en los primeros años de aparición, ya que no suelen presentar síntomas. Cuando comienzan a aparecer los síntomas, estos suelen ser: infecciones en la vejiga, riñón, piel, o cualquier otra infección que se presente frecuentemente o que sea de lenta sanación; fatiga; hambre: aumento de la sed y de la micción. Estos primeros síntomas suelen estar asociados, a su vez, con disfunciones eréctiles en los hombres, visión borrosa y dolor o entumecimiento de las extremidades.

Cuando se sospecha que un paciente puede padecer diabetes se realizan distintas pruebas. En principio, en el análisis de sangre debe figurar una cantidad de azúcar en sangre de más de 200 mg/dL. Además de esto, se realizan otras pruebas tales como el análisis del nivel de glucemia en ayunas (el resultado debe ser mayor a 126 mg/dL), el examen de hemoglobina A1c, cuyos resultados normales deberían ser de menos de 5.7%, entre 5,7% y 6,4% para prediabetes, y de 6% o superior para diabetes. Otra prueba que se realiza es la de tolerancia a la glucosa oral, diagnosticándose diabetes si los resultados son superiores a 200 mg/dL luego de dos horas. Para poder diagnosticar tempranamente esta enfermedad, es recomendable que los adultos y niños con sobrepeso se realicen los estudios cada tres o seis meses, así como también la revisación de la presión arterial y los ojos, especialmente ante la aparición de síntomas de retinopatía diabética. Es recomendable, asimismo, la realización anual de un control de los niveles de triglicéridos y colesterol.