Dolor torácico
Podemos padecer de diferentes tipos de dolores: muscular, articular, contracturas, dolores lumbares, etc; pero existe una clase de afección que nos molesta incluso mucho más, nos referimos al dolor torácico. El tórax no es cualquier parte de nuestro cuerpo, para muchas personas es un área que posee mucha sensibilidad y cuando realizan un mal movimiento, es la parte de su físico que más sufre.
Pero para poder comprender un poco mejor esta afección o patología, debemos ahondar en detalles que no solo nos servirán para un mejor diagnóstico, sino también para poder tratar este malestar de la mejor manera posible.
Para los que no están familiarizados con el dolor torácico decimos que se siente de manera intensa, muchas veces, a lo largo de la zona frontal del cuerpo, más precisamente, entre el cuello y el abdomen en su parte superior.
Algunas personas que sufren esta dolencia por primera vez, lo primero que temen es un posible ataque cardíaco, pero esta no es una causa directa de dicha enfermedad; son muchas las causas que pueden originar en un dolor torácico. Varias de ellas no son de gran peligro para la salud, mientras que otras pueden llegar a ser potencialmente mortales aunque muchos lo ignoren. Cuando se sufre de dolor de tórax, tanto los tejidos como los órganos que se encuentra ubicados a su alrededor puede ser la causa, incluyendo el corazón, el esófago, los pulmones, las costillas nervios o también los tendones. Esta dolencia puede ir aún más allá del tórax si es muy aguda, en ocasiones, personas reportaron que sufrían eco de esta afección en sus espaldas.
Para identificar sus causas
Para poder tratar cualquier patología, se debe primero identificar sus causas, lo mismo ocurre con el dolor torácico, entre las causas más usuales de este tipo de dolencia encontramos a la angina como al ataque cardíaco. Cuando alguna de estas dos alternativas ocurre lo que sentiremos primero será un dolor en el pecho el cual puede llegar a ser opresivo y hasta constrictivo; el mismo puede extenderse hasta el brazo, hombro e incluso la mandíbula.
La ruptura de la pared de la aorta, puede causar un gran dolor en el tórax como en la parte superior de nuestra espalda. Cuando se hincha el saco que rodea al corazón, también puede que conlleve a un dolor en el área central del pecho; todas estas son causas usuales del dolor torácico pero existen muchas otras. Cuando se sufre de afecciones pulmonares, esto puede derivar en dolor de tórax, esto ocurre cuando se forma algún coágulo de sangre en el pulmón, o cuando uno de éstos colapsa. La neumonía es una gran causante de dolencias en el pecho; la inflamación de los pulmones también lo hace.
Aunque muchos no lo crean, los ataques de pánicos son culpables del dolor torácico, como la inflamación de las costillas, el herpes Zóster y las distensiones musculares. Pero todavía hay más; algunas afecciones del aparato digestivo pueden derivar en dolores de tórax: espasmos o estrechamiento del esófago, la acidez gástrica, los cálculos biliares y las úlceras son algunas de ellas. Lo que debemos saber, en caso de que tengamos hijos, es que en los niños, el dolor torácico no es causado por alguna afección del corazón. De todas formas, siempre que se padezca esta clase de dolencias o problemas, es necesario consultar con algún profesional de la salud, en especial para poder descartar males e identificar correctamente el problema. Son los médicos con la facultad para poder diagnosticarnos y medicarnos, no debemos tomar ningún tipo de remedio sin antes haber consultado.
¿Cuándo acudir al médico?
Debemos llamar a una ambulancia rápidamente si presentamos un dolor muy opresivo casi aplastante en el pecho, si este dolor se empieza a propagar hacia la mandíbula, afectando el brazo izquierdo o si se sitúa entre los omóplatos. Cuando se padece de nauseas, mareos, sudoración excesiva, si sentimos a nuestro corazón muy acelerado y si empezamos a tener dificultad para respirar. Si presentamos un cuadro de angina, es normal que sintamos el dolor torácico, pero si el mismo se empieza a tornar mucho más intenso y se prolonga más de lo usual, en ese caso debemos acudir al médico de manera inmediata. Si el dolor se hace presente repentinamente y conlleva a una dificultad respiratoria; si a esto se le suma una hinchazón en alguna de las piernas, es necesario acudir a un profesional, ya que esto podría significar un coágulo de sangre que se pudo haber desplazado a alguno de los pulmones. Si empezamos a producir flema amarillenta o verde, si tenemos problemas para deglutir o si el dolor torácico perdura por más de 5 días, no debemos dudarlo, necesitamos ayuda profesional. No debemos dejarnos estar con este tipo de patologías, pueden tornarse muy graves si no se tratan correctamente.
|