Eczema atópico
El eczema atópico es una enfermedad crónica y recidivante la cual se caracteriza por un intenso prurito y por tener la piel seca. Asimismo en quienes padecen de estas enfermedades se pueden encontrar lesiones vesiculares con fluxión y agrietamiento. La intensa molestia lleva a que el paciente se rasque durante el sueño, lo cual puede aumentar la irritación de base e incluso en algunos casos provocar el sangrado. Asimismo este rascado da lugar a u engrosamiento de la piel denominado liquenificación el cual se observa de manera particular en la zona de flexión de los codos.
En relación a los datos epidemiológicos sobre esta enfermedad podemos decir que en los últimos años la misma se ha triplicado en los países industrializados. La misma es padecida por entre el 15 y el 30% de los niños y por entre el 2 y el 10% de los adultos, números que resultan bastante significativos si comparamos este eczema con otros.
Existen ciertos síntomas como el asma o la rinitis, los cuales muchas veces preceden a la aparición de esta enfermedad. La misma suele comenzar de manera temprana durante la niñez. Por lo general el 45% de los casos se ve de manera rápida durante los primeros 6 meses después del nacimiento mientras que otra parte significativa se hace visible antes del año y podemos decir que la mayoría de los casos se visibilizan antes de los 5 años de edad. Por lo general esta enfermedad remite en el 70% de estos niños antes de adolescencia.
Más allá de que las manifestaciones como el asma muchas veces son prodrómicas, las mismas en el 20% de los casos quedan asociadas a la enfermedad durante todo su curso. En varias investigaciones se ha demostrado la importancia de la herencia en la adquisición de la rinitis. En el caso de los hermanos gemelos hay un 77% de posibilidad de que ambos padezcan esta enfermedad, mientras que en los hermanos mellizos las posibilidades se reducen a un 15%. También podríamos decir que existe un patrón debido a que esta enfermedad aparece con mucha más frecuencia en áreas urbanas que rurales.
Etapas de la enfermedad
En relación al curso de la enfermedad, por lo general pueden identificarse tres etapas. La infancia es la primera. Aquí aparecen lesiones en mejillas, cuello y cuero cabelludo. Por lo general el rascado tras unas semanas genera costras (endurecimiento de la piel en la zona del rascado). Posteriormente también pueden aparecer lesiones en los lugares de flexión de piel, en la nuca y en el dorso de los miembros.
En un segundo momento durante la adolescencia se pueden observar zonas de liquenificación, que es un engrosamiento de la epidermis con acentuación de los pliegues de la piel lo cual resultas secundario al rascado crónico.Por lo general e todas las etapas el prurito suele ser muy intenso , en especial por la noche, lo cual lleva a lo que ya habíamos hablado más arriba del rascado nocturno y posible sangrado. Por lo general el prurito nocturno afecta la calidad de vida del paciente, el cual no puede descansar bien durante la noche y se manifiesta de mal humor durante el día y con grandes niveles de irritabilidad.
Debido a que el eczema atópico es una enfermedad crónica y todavía no se ha encontrado una cura totalmente satisfactoria para la misma, podemos decir que la calidad de vida de las personas que lo padecen se ve ampliamente afectada. Más allá de que la enfermedad altera los ritmos de sueño, los cambios e el humor y la irritabilidad producidos por este primer factor lleva a la alteración de las relaciones familiares y laborales y a un alto nivel de angustia.
Con respecto al tratamiento, es importante que el paciente pueda acudir a un profesional que se tome su tiempo para realizar una buena evaluación clínica en relación al caso que tiene en frente. Muchas veces los médicos solo recetan los medicamentos, y el paciente tiene preguntas las cuales no encuentran respuesta dentro del espacio de la consulta. Además es importante que el médico pueda tomar el caso por caso. Cada paciente es completamente singular, y cada caso debe ser tratado de manera particular viendo la evolución de cada paciente. Además resulta muy importante que a la hora de dar la medicación correspondiente, el médico pueda tomarse el tiempo para explicarle de manera clara al paciente los efectos adversos de la medicación. Esto ayuda a prevenir sorpresas y a que el paciente no se asuste en caso de notar alguna irregularidad en su funcionamiento corporal tras la toma de la medicación.
Aunque ciertos aspectos mencionados en el párrafo anterior no hacen a las drogas con las que se trata el eczema atópico, los mismos nos parecen más importantes debido a que los profesionales deben considerar que se encuentran ante un ser sufriente afectado por una enfermedad crónica que merece, más allá de ser medicado, ser escuchado en el ámbito de la consulta.
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