Edema periférico
En el siguiente artículo, nos dedicaremos a profundizar el tema específico del edema periférico y en este caso, debemos decir que nos estamos refiriendo a los edemas que se localizan específicamente en tobillos, pies y piernas. Como ya hemos visto, los edemas son hinchazones o acumulaciones de líquido en diversas zonas del cuerpo.
Algunas de las causas por las que puede llegar a producirse un edema periférico son: la vejez, el sobrepeso y encontrarse parado o sentado durante mucho tiempo. Estas son las causas más comunes que pueden solucionarse rápidamente ya que no presentan gravedad alguna. Ahora bien, un edema periférico puede ser uno de los síntomas de una insuficiencia cardiaca, renal o hepática, lo que presenta una gravedad mucho mayor.
Si detectamos la presencia de un coágulo, una infección o nódulo debemos saber que estos también pueden causar hinchazón en las extremidades inferiores y como consecuencia de ello, edemas. Algunas personas, son alérgicas a ciertos medicamentos y los antidepresivos son los causantes más importantes en este caso.
Lo primero que debemos hacer es, si detectamos alguno de estos síntomas en nuestro cuerpo, dirigirnos de inmediato al médico para evitar que la afección pueda agravarse. El profesional, nos realizará exámenes físicos y sanguíneos para poder determinar qué tipo de edema es y por supuesto, qué medidas tomar. Nosotros por nuestra parte también debemos tomar algunas medidas, para que si los edemas periféricos son crónicos, podamos disminuir la molestia y la afección.
En primer lugar, se recomienda el uso de las llamadas "medias de compresión" que lo que hacen es permitir la circulación libre de la sangre hacia el corazón. Además de eso, será necesario tener en cuenta todas las actividades diarias que realizamos. Lo mejor es estar en movimiento y evitar encontrarse mucho tiempo parado o sentado, ya que eso es lo que provoca la retención de líquidos y posterior hinchazón de la zona. Lo ideal es usar la ropa más holgada y sobre todo en la zona de las piernas. Otra de las medidas que se deben tomar y considerándose la más importante es la disminución del consumo de sal al igual que diuréticos. Si seguimos estas indicaciones al pie de la letra lo más probable es que el o los edemas periféricos reduzcan notablemente.
Otras alternativas
Si observamos que las inflamaciones no reducen, nuestros pies y piernas se encuentran enrojecidos e hinchados, nuestra orina disminuye y levantamos fiebre, lo mejor es consultar con nuestro médico nuevamente. El se encargará de realizarnos un cuestionario con todas las preguntas que necesite para poder determinar cuál es el problema que no permite que disminuyan los edemas. El historial médico es de suma importancia para el médico, ya que le servirá de guía para poder solucionar el problema cuanto antes.
Se realizarán nuevamente exámenes de sangre, exámenes de orina y muchas veces también será necesario realizar un electrocardiograma. En base a todos estos exámenes el doctor podrá determinar qué medidas tomar y qué medicamentos recetarnos, en qué dosis y con qué periodicidad. Por eso es que son necesarios los exámenes previamente realizados, para poder recetar el medicamento más indicado.
Si somos personas que consumimos nuestros alimentos con mucha cantidad de sal, lo mejor será dirigirnos al nutricionista que nos aconsejará y nos brindará ayuda acerca de qué cantidades son las más indicadas y qué podemos hacer para reducir hasta evitarla completamente, ya que es una de las principales causas de retención de líquidos, edemas periféricos y de todo tipo. Además, el nutricionista en base a nuestros exámenes físicos, de sangre y demás nos ayudará a realizar una dieta estricta, si es que sufrimos de sobrepeso. Recordemos que también es una de las principales causas de los edemas en las partes inferiores del cuerpo y obviamente que el sobrepeso también provoca otro tipo de enfermedades como cardíacas y respiratorias. Si nuestro sobrepeso es mucho mayor, lo mejor será realizar una dieta estricta por algunos meses y la actividad física es esencial.
Lo importante es encontrarnos en movimiento y beber mucha agua, para evitar la retención de líquidos. Los edemas, en este caso no son dolorosos pero si molestos por eso es que se recomienda todos los días antes de dormir, colocar las piernas hacia arriba para que la sangre circule. Por lo menos unos diez minutos, sería totalmente suficiente. Si todas estas medidas no se toman, lo más probable es que nuestras piernas comiencen a llenarse de pequeñas venas que no permiten el bombeo de la sangre normalmente. No solamente son desagradables a simple vista y cambian el aspecto de nuestras piernas, sino que además pueden generar otro tipo de problemas de circulación. Si somos personas que además de sufrir edemas, tenemos problemas cardíacos la mejor opción que podemos tomar es, realizar periódicamente terapia de oxigeno en las vías respiratorias para que no nos pueda afectar gravemente.
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