Hernia femoral
Como ya mencionamos en otros artículos de nuestro sitio, una hernia se presenta cuando una porción del contenido que se encuentra en la cavidad abdominal, que puede ser grasa, intestinos, la vejiga u otros órganos, atraviesa las paredes del abdomen debido a una debilidad en las mismas. En el caso de la hernia femoral, el orificio se produce debajo de la ingle en donde se inicia la pierna.
Generalmente al igual que sucede con cualquier tipo de hernia, es difícil determinar una causa específica sobre el desarrollo de la misma, siendo que muchas veces puede ser por una cuestión congénita, pero las mismas comienzan a notarse mucho más tarde a lo largo del tiempo.
De todos modos existen factores que contribuyen a la formación de las hernias femorales, entre los cuales podemos mencionar la obesidad, el trabajar levantando objetos pesados, el estreñimiento crónico o el esfuerzo que requiere orinar cuando se tienen una próstata agrandada. Un detalle importante que vale tener en cuenta es que en el caso de la hernia femoral son mucho más frecuentes en mujeres que en hombres.
El primero de los síntomas que se pueden apreciar en estos casos es una protuberancia en la parte superior del muslo, generalmente por debajo de la ingle, pero en general, la hernia femoral no presenta síntomas inmediatamente. En algunos casos se dan molestias en el canal inguinal que se notan mucho más cuando el paciente está de pie, o hace algún tipo de esfuerzo. Una vez que la protuberancia está formada, aparecen los primeros síntomas que generalmente son dolores abdominales, náuseas y en algunos casos hasta vómitos. Esto muchas veces da nota de que el intestino que se encuentra en la hernia está obstruido, por lo cual es importantísimo que vaya de urgencia al médico.
Examen físico
La hernia femoral suele diagnosticarse a través de un examen físico, y en el caso de que el diagnostico no sea preciso, se puede complementar con ecografías o tomografías computarizadas. Como sucede con la mayoría de las hernias, la manera de curarla es mediante una intervención quirúrgica, pero el tratamiento depende mucho de los síntomas que presente el paciente.
En el caso de que le mismo presente un dolor repentino en la ingle, es probable que un sección del intestino corra riesgo de quedar atrapado en la hernia, siendo esta la complicación más grave que se puede presentar en un cuadro de hernia femoral. En este caso, es necesaria una cirugía de emergencia. Ahora bien, si la hernia le produce una molestia crónica es importante que consulte con su médico acerca de las opciones para un tratamiento. La hernias generalmente crecen con el tiempo y no desaparecen por si solas, y en el caso de la hernia femoral, es uno de los tipos de hernia que se estrangula más frecuentemente (cuando el trozo que sobresale por el orificio queda aprisionado cortando la presión sanguínea).
Pero como mencionamos anteriormente, lo más indicado si la hernia no está muy avanzada es una cirugía para repararla. Algunos consejos que suelen darse cuando la cirugía no puede ser practicada de inmediato, es que el paciente aumente su consumo de fibra y líquidos con el fin de evitar estreñimiento.
Es fundamental que si se trata de un paciente con sobrepeso, se someta a una dieta balanceada para perderlo. Cuando se sufre de una hernia, es importante que la persona no haga ningún tipo de esfuerzo, y en el caso de que deba hacerlo, por trabajo por ejemplo, es preciso que aprenda diferentes técnicas para moverse cuidadosamente y no agravar el cuadro. Cabe destacar que luego de la cirugía, son muy pobres las posibilidades de la hernia femoral vuelva a aparecer
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