Herpes nervioso
Se denomina herpes a una enfermedad que se manifiesta en la piel, y que se caracteriza por aparecer en diferentes partes el cuerpo, especialmente en la zona de los labios y mejillas, así como también en los órganos genitales o muslos. Se presenta en forma de pequeñas ampollas que al romperse forman costras duras marronáceas o amarillentas.
Hay distintos tipos de herpes, y en todos los casos se contrae por un virus que permanece de manera latente en las células nerviosas, y que una vez que ingresa al organismo nunca podrá ser eliminado por completo. Esto genera una alternancia entre periodos activos e inactivos de enfermedad, lo que da lugar a que se produzcan enfermedades crónicas recurrentes, que se reactivan por distintos factores.
Se denomina herpes nervioso cuando los síntomas característicos del herpes se manifiestan como consecuencia de factores emocionales tales, como el estrés. El estrés puede ser uno de los responsables de la reactivación del virus que se encuentra latente en el sistema nervioso, así como también lo pueden ser otros factores, tales como el cansancio, algunas enfermedades infecciosas, ciertos aspectos de la dieta, el alcohol, la fiebre, etc.
Cuando los síntomas se manifiestan de manera visible, en los periodos activos de la enfermedad, el contagio del virus del portador hacia otras personas resulta mucho mas factible, por lo cual cuando se divisan las ampollas o las costras que caracterizan al herpes se debe evitar el contacto físico con el portador, aunque que el transmisor no muestre los signos visibles.
Existen diferentes tipos de herpes. Los mas comunes son los herpes labiales, que son generados por el virus herpesvirus simple tipo 1. Este virus genera una enfermedad infecciosa de tipo crónica, en la cual el virus habita en los nervios faciales y una vez que es activado por alguna causa, los síntomas que produce se caracterizan por ser ampollas en labios, así como también llagas en la zona de la boca. En muchos casos afecta también a la nariz, la cara y las orejas. En este tipo de herpes el contagio puede darse a través de, principalmente, besos, caricias o simplemente el contacto con la piel del portador. Otro tipo de herpes es el herpes genital. Este herpes es contagiado a través de la vía sexual, y está causado por el herpes virus simple tipo 1, así como también puede ser causado por el herpes virus simple tipo 2. El segundo subtipo es el responsable del contagio del 90 % de las infecciones.
Síntomas característicos
Los síntomas característicos varían de acuerdo al sexo de la persona portadora. En los hombres se manifiesta en la zona del pene y en los alrededores de éste, así como también en el ano. En las mujeres el herpes genital aparece en la zona de la vagina, también en cuello del útero y en el ano. Su presentación se da en forma de granos, que luego pasan a convertirse en ampollas, las que una vez que se revientan conforman costras.
El portador experimenta en un primer momento una sensación de prurito en la zona, y mas tarde se convierten en punzadas de dolor. Este virus cuando se presenta en los genitales se contagia primordialmente a través de las relaciones sexuales, tanto con la penetración vaginal, como también con la penetración anal y el sexo oral. Otro tipo de herpes es el llamado herpes zoster. En este caso, el virus que lo ocasiona es el mismo virus responsable de la enfermedad de la varicela.
Puede ocurrir en muchos casos que aunque la enfermedad haya sido combatida al presentarse en el periodo de la infancia, generalmente, el mismo permanece latente en el organismo alojado en las células nerviosas y se manifiesta en los momentos en los que el sistema inmunitario se encuentra endeble, y en esas ocasiones realiza su ataque y se reproduce, tal como lo haría un virus de la gripe.
Básicamente existen 2 tipos de virus diferentes que pueden ocasionar el herpes, estos son el virus del herpes simple y el virus del herpes zoster. Aun no se ha encontrado algún tipo de tratamiento que fuera completamente eficaz para combatir esta enfermedad, y la misma suele ser recurrente. Cada vez que se reactiva el virus produce ciertos tipos de síntomas, tales como sensaciones de hormigueo, quemazón o prurito en las zonas afectadas, en la primera etapa de aparición, y luego aparecen los síntomas principales característicos, que son las vesículas y pápulas, que tienden a unirse. La segunda fase del desarrollo de los síntomas se caracteriza por la formación de la costra característica del herpes, y esto se produce como consecuencia de que las vesículas se revientan. Una vez que se forma la costra amarillenta comienza la fase de curación de las lesiones. Durante la manifestación sintomática es cuando por lo general se produce el contagio hacia otras personas, y una vez que se adquiere el virus, se estima que el periodo de incubación de la enfermedad es de aproximadamente dos semanas luego del contacto con la persona infectada.
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