Implantes capilares
Hoy en día la escasez de pelo es un mal común, especialmente en hombres. En la sociedad occidental contemporánea el pelo es un símbolo de vigor y virilidad, por lo cual es entendible que una persona no se sienta bien consigo misma si tiene una escasez de pelo en un área particular de la cabeza o si se encuentra completamente pelada. Esta problemática ha llevado a la investigación médica, la cual ha avanzado de manera realmente importante en al solución de este problema, desarrollando los implantes capilares. A continuación haremos una revisión de qué es este proceso y lo que implica para quien se somete al mismo.
Primero que nada tenemos que decir que de acuerdo a la parte del mundo en la que nos encontremos veremos que existen diferentes denominaciones para llamar al procedimiento del cual hablaremos: implantes capilares, transplante de pelo, transplante capilar, transplante de cabello, microinjerto capilar e implante de pelo son algunos de los más frecuentes.
Un punto importante de aclarar es que todas estas técnicas implican una cirugía, que aunque sea de baja complejidad y pueda ser realizada en un consultorio no dejará de poner al cuerpo bajo stress. El tema de los implantes capilares es realmente debatido, debido a que existen muchas personas que consideran que someterse a una cirugía para recuperar el cabello es exponer al cuerpo a una situación estresante por algo que no vale la pena.
Sin embargo por otro lado tenemos personas que realmente defienden los implantes y piensan que tener una buena estética puede ayudar muchísimo a una persona a sentirse segura y confiada para desenvolverse en la vida. Lógicamente no existe una opinión que esté bien y otra que esté mal. Para que el lector no informado pueda formarse una opinión a continuación hablaremos de algunas técnicas modernas utilizadas para realizar implantes capilares.
Para comenzar esta sección tendremos que aclarar que cada uno de los pelos que tenemos en nuestro cuerpo crece y se desarrolla en una cavidad llamada folículo piloso. Al observar la superficie del cuero cabelludo bajo el microscopio es fácil ver que los cabellos se unen de manera natural en pequeños grupos que se denominan unidades foliculares. Por lo general estos grupos se componen entre uno y tres folículos pilosos, pudiendo llegar a componerse por cuatro en algunos casos. El implante folicular consiste en tomar folículos de un donante o de otra parte de la cabeza donde la persona tenga suficiente pelo, colocándolos en la zona de carencia. Por lo general se toma pelo se un donante en el caso donde la persona se encuentre calva.
Pelo de manera uniforme
Tenemos que destacar que si queremos lograr que haya pelo de manera uniforme en toda la cabeza de una persona se encuentra calva tendremos que realizar un trabajo exhaustivo que no estará terminado en un día. Esto puede llevar semanas y hasta meses, de acuerdo a las expectativas del cliente.
Además eL costo económico de los implantes capilares en personas calvas serán realmente altos, debido a la gran cantidad de folículos que deben transplantarse. Con respecto al procedimiento, podemos decir que a algunos pacientes les puede traer molestias en los días posteriores al mismo, por lo cual si la cantidad de los folículos a transplantar es grande, tendremos que dividir el mismo en varias sesiones. Es importante comentar que aunque la técnica para implantar las unidades foliculares siempre es la misma, la técnica para quitarlas (ya sea de la misma cabeza del transplantado o de un donante) suele variar de manera considerable.
Hoy en día existen dos técnicas bastante difundidas para realizar esto, cuyos nombres son FUSS y FUE. FUSS es una técnica donde se remueve una tira de cuello cabelludo del donante o transplantado a la altura de la nuca. Aquí mientras el cirujano sutura la herida, ayudantes se dedican a extraer con la ayuda del microscopio las unidades foliculares que serán implantadas. El donante se recuperará perfectamente, y un tiempo después del procedimiento el área de una sutura quedará completamente cubierta con pelo.
La técnica FUE en cambio es mucho más compleja ya que aquí no existen cortes de ningún tipo. Aquí se remueve cada unidad folicular del cuero cabelludo. Aquí la ventaja es para el donante, quien no queda con ningún tipo de cicatriz tras el procedimiento. Para aquellos que obtendrán folículos capilares de su mismo cuero cabelludo sin recurrir a un transplante probablemente la mejor opción sea recurrir a esta última técnica, debido a que la misma resulta menos invasiva, y así someteremos al cuerpo a un trauma menor que realizando tanto un corte a nivel del cuero cabelludo como un implante de cabello. Además si el implante por alguna razón fracasase y la persona decidiese rasurarse la cabeza, la misma no mostraría ninguna cicatriz visible lo cual resulta una muy amplia ventaja estética.
|