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Infecciones intestinales

La infección intestinal es un cuadro clínico muy frecuente, la intensidad del mismo es variable, y constituye una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en los países de menores recursos. En los países de mayores recursos, la incidencia es también muy alta, estimándose que a causa de la misma 1 de cada 1000 personas realiza un ingreso hospitalario al año, y que al menos sufre 1 episodio anual cada persona.

Cuando el cuadro se presenta en forma aguda, es llamado IIA (infección intestinal aguda). La IIA es la enfermedad que resulta mas frecuente después de la infección respiratoria aguda, en la mayoría de los países. El cuadro puede presentarse con distintos niveles de intensidad, pudiendo provocar desde unas molestias mínimas a nivel abdominal hasta episodios severos de diarrea, nauseas, vómitos y deshidratación. Esta enfermedad suele expandirse más entre los niños que entre los adultos.

foto de infecciones intestinalesEs un tipo de infección que puede diseminarse a través de diferentes vías, y cuenta con distintos agentes causales. La vía principal de transmisión de esta enfermedad es a través de agua y alimentos contaminados, pero también se puede transmitir de una persona a otra, especialmente mediante la vía fecal u oral, así como también de animales a personas. Estos cuadros se presentan a modo de brotes e incluso a modo de epidemias, pudiendo afectar a amplios sectores de la población, especialmente cuando su contagio se genera a través del consumo de agua contaminada.

La infección intestinal aguda puede ser provocada por distintos microrganismos, entre los cuales se encuentran bacterias, virus y protozoos. Las circunstancias epidemiológicas concretas de cada población hace que varíe la importancia patógena que puede adquirir cada uno de los agentes causales, pero a nivel general se ha comprobado que los virus suelen ser los principales responsables. Entre ellos, los principales son el Norovirus (o virus Norwalk) y los Rotavirus.

Agentes que la provocan

infecciones intestinales en un hombre promedioLas bacterias son otro agente etiológico relevante, especialmente la Salmonella spp. y Campylobacter spp., aunque existen muchos tipos de bacterias que podrían provocar esta enfermedad. Por último, los protozoos que pueden causar infección intestinal aguda mas destacados son Cryptosporidium spp. y Giardia spp. En la patogenia de este cuadro se consideran como factores relevantes tanto como las características de los microrganismos que las producen, su capacidad invasiva, el número ingerido de los mismos y las toxinas que producen.

Otro elemento influyente en la gravedad del cuadro y las dimensiones que el mismo podrá adquirir, está relacionado a las características del huésped. Ciertos factores protectores como la flora intestinal normal y la inmunidad prexistente con que cuente la persona, resultan en parte determinantes. Finalmente, la sintomatología que caracteriza a la IIA depende, en buena parte, de qué región del intestino se ha visto predominantemente afectada, y del agente etiológico que resulta responsable de la proliferación de la infección.

Los síntomas que permiten identificar a esta enfermedad suelen ser: diarrea profusa acompañada de signos de deshidratación, presencia de sangre, moco y pus en la materia fecal, desarrollo de fiebre, con temperatura corporal superior a 38,5 ºC., persistencia del cuadro más allá de los 2 días, dolores intensos en la región abdominal, hospitalización reciente, ingesta reciente de antibióticos, edad avanzada del paciente, presencia de inmunodeficiencias. La anamnesis debe contar con la información que incluya detalles acerca del tipo de síntomas que presento, la duración de los mismos, la característica y la cantidad de deposiciones realizadas, los alimentos ingeridos, la posible utilización de medicamentos o antibióticos, la realización reciente de viajes, el contacto con animales.

En cuanto a la exploración física, la misma debe incluir una valoración del estado del paciente relativo a su hidratación, la posible presencia de fiebre, así como también de signos de irritación peritoneal. Con estos datos se puede determinar si el proceso se encuentra afectando al intestino delgado o al intestino grueso, y en muchos casos estos datos permiten orientar acerca de la etiología causal.

A modo de ejemplo, cuando se determina la presencia de fiebre, esto suele sugerir que la infección ha sido provocada por microrganismos enteroinvasivos, como podría ser la Salmonella spp.; mientras que, en el caso de pacientes viajeros, la infección gastrointestinal aguda se produce frecuentemente por cepas enterotoxigénicas de Escherichia coli.

Por otro lado, si el cuadro clínico se presenta dentro de las primeras 6 h después de la ingesta de algún alimento sospechoso, esto sugiere que el mismo puede haber sido provocado por las toxinas de Staphylococcus aureus o Bacillus cereus que se suelen encontrar en los alimentos. Por lo general, la mayor parte de los casos de infección intestinal aguda son banales y no requieren prácticamente ningún procedimiento diagnóstico, ya que muchas veces duran poco tiempo y las personas que los padecen se recuperan rápidamente, sin siquiera concurrir a un hospital. Cuando la sintomatología que se presenta es más importante, sí resulta de suma importancia que se realice un adecuado un abordaje diagnóstico y pronta asistencia médica, ya que en los casos mas graves puede producirse fácilmente una descompensación por deshidratación en solo pocas horas, especialmente en niños y ancianos.