Síntomas de la bronquitis aguda
Se le llama bronquitis aguda a la inflamación de los bronquios pulmonares, que puede ser causada por diversos agentes patógenos. Generalmente estos son virus o bacterias, y el cuadro inflamatorio puede tener una duración variable, desde varios días o semanas.
Los síntomas que presenta esta enfermedad son: fiebre, escalofríos, dolor de garganta, malestar general, dolor de oídos si se registrara otitis, dolores musculares, entre otros. La tos característica del cuadro puede aparecer desde el inicio de la bronquitis, siendo seca durante los días subsiguientes y luego se presentarán esputos (flemas) de tipo mucosos: claros y fluidos, en el caso de tratarse de una infección vírica, o mucopurulentos: más espesos y de color amarillo verdoso, si se tratase de una infección de tipo bacteriana. La falta de aire y el silbido en la respiración es típica de esta afección, esto sucede a raíz de la obstrucción de las vías aéreas que se encuentran inflamadas.
El diagnóstico de esta enfermedad se realiza, por lo general, a través de un examen clínico y, en algunos casos, se realizan análisis microbiológicos de la flema. Usualmente los tratamientos que se le prescriben a la bronquitis aguda, considerando que en la mayoría de los casos suele estar causada por virus, no conlleva a que se receten antibióticos (a menos que los análisis microscópicos de confirmen la presencia de una infección bacteriana, en cuyo caso deberá tratarse por medio de antibióticos).
Las causas de la bronquitis aguda pueden estar relacionadas a la existencia de agentes patógenos tanto bacterianos como víricos. Entre los virus más típicos se hallan: el virus sincitial respiratorio, el rhinovirus, o el virus de la influenza, entre otras posibilidades. Si bien la infección no resulta la causante directa de esta enfermedad, esta representa un papel muy importante en la cronificación de la enfermedad.
En el caso de las bronquitis crónicas se produce, además, una obstrucción de las vías aéreas causada por células Goblet, en las vías aéreas menores. Se suele diagnosticar la bronquitis a partir del síntoma de la tos expectorante que la caracteriza, acompañada de disnea (respiración dificultosa) y silbido al respirar.
Los pacientes que presentan características que suelen mostrar hiperinflación en la radiografía de tórax, así como también colapso y consolidación de zonas de los pulmones, suelen ser pacientes con neumonía, ya que los indicadores para su diagnostico diferencial se basan en la detección de esos síntomas. Solo un porcentaje muy menor (aproximadamente entre el 5 y el 10% de los casos de bronquitis) están causadas por infecciones de tipo bacterianas. La gran parte de los casos de esta enfermedad suelen ser causados por infecciones virales. Esta clase de bronquitis evolucionan solas en el periodo de pocas semanas, y son auto limitadas.
Productos y medicamentos
En términos generales no se recetan antibióticos para tratar la bronquitis aguda, excepto que el análisis del esputo diera como resultado que existen grandes colonias de bacterias. Si se trataran las enfermedades no bacterianas con antibióticos, se correría el riesgo de conducir al desarrollo de bacterias que se conviertan en resistentes a los antibióticos, aumentando el nivel de morbosidad y mortalidad de las enfermedades. La bronquitis aguda generalmente no dura más que unos pocos días o a veces semanas. No resulta extraño que se presentase junto con un resfrío.
Lo característico de su sintomatología es que comienza con una tos seca, que suele despertar al enfermo por la noche. Lo esperable es que, a partir de unos pocos días, evolucione hacia una tos húmeda o tos productiva, la que, además, puede estar acompañada por fiebre, cansancio, malestar, dolor de cabeza, etc. Los últimos síntomas pueden perdurar solo unos pocos días, pero la tos húmeda es la que puede durar hasta un período de varias semanas.
Si sucediera que la tos se prolongase por un período superior a un mes, muchos profesionales médicos recomiendan una consulta a un otorrinolaringólogo, cuya especialización es la garganta, nariz y los ojos, para indagar si es que en dicho paciente pudiera existir como alguna otra dolencia además de la bronquitis,(que es la que causa primordial de la irritación), ya que es posible que el mantener las vías bronquiales irritadas durante el período de unos pocos meses pueda generar, en algunos pacientes, condiciones asmáticas.
En el caso que se registren síntomas de tos con rastros de sangre se deben realizar estudios para descartar que la enfermedad subyacente no sea bronquitis, sino una enfermedad mucho mas grave, como sería el caso de tuberculosis o de cáncer de pulmón. Además, si el enfermo comienza a toser moco con rastros de sangre, se debe realizar una consulta a un doctor. En casos raros, los doctores pueden realizar estudios para determinar si la causa es alguna enfermedad grave como, por ejemplo, una tuberculosis o un cáncer de pulmón. En el caso de pacientes fumadores, se les recomienda que dejen de fumar definitivamente para posibilitar de los pulmones se recuperen de la capa de alquitrán con la que están recubiertos y para no empeorar la bronquitis, ya que el cigarrillo genera efectos sumamente nocivos a los pulmones, especialmente cuando se encuentran inflamados.
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