Bronquitis en niños
Los bronquios son los conductos respiratorios que comienzan en la tráquea, se bifurcan y se introducen cada uno en cada pulmón. Tienen la función de limpiar el aire que llega hasta los pulmones. Cuando estos conductos se inflaman, se infectan y se irritan se produce una afección que se denomina bronquitis aguda. En los niños es muy frecuente, que padezcan una bronquitis aguda, sobre todo en el invierno cuando se acentúan las infecciones respiratorias.
La bronquitis aguda es el resultado de la inhalación de ciertas sustancias como polvo, productos químicos, aire contaminado, productos de limpieza puros, el humo del cigarrillo. Otra de las causas que pueden provocar una bronquitis aguda son los virus, y en algunos casos menores podrían ser de origen bacteriano.
Una de las razones más frecuentes en los niños, de contraer una bronquitis aguda sería, a través de algún virus, pero se ha comprobado, que en los niños mayores de seis años podrían ser afectados por una bronquitis bacteriana. Debido a alguna infección que haya tenido lugar en las vías respiratorias, o después de algún resfrío, es probable, que en un periodo de tres o cuatro días, aparezca un cuadro de bronquitis aguda, que se la considera una afección leve. En algunos casos de niños que tienen adenopatías, trastorno relacionado a los ganglios linfáticos, sinusitis crónica o alergias, es posible que presenten los síntomas de bronquitis aguda.
Hay que tener presente que en los niños propensos a estas enfermedades, es recomendable que ante el primer síntoma relacionado con una bronquitis, se consulte de inmediato al pediatra, para evitar alguna complicación relacionada con una neumonía, que podría ser el cuadro posterior. En casos de niños que padecen asma, una bronquitis aguda podría ser el desencadenante de una crisis asmática.
Los síntomas que se presentan en dicho cuadro son, dolor de garganta, dolor en la espalda, dolor en los músculos, fiebre baja, malestar general, goteo nasal y tos. Estos síntomas se presentan en cada niño de diferentes maneras, es decir que no son síntomas generales, ni comunes a todos. En el comienzo de la bronquitis aguda, los niños empiezan a experimentar una tos más bien seca, pero al cabo de dos o tres días, empieza a aflorar la mucosidad, algunos niños cuando tosen corren el riesgo de ahogarse y la tos cargada con flemas puede provocar nauseas y vómitos. Estos síntomas pueden durar entre dos a cuatro semanas.
Exámenes para un diagnostico certero
Para comprobar que los síntomas del niño correspondan a una bronquitis aguda, es necesario que el pediatra, le haga realizar algunos exámenes para tener un diagnostico certero. Entre los estudios que se realizan se puede contar con un cultivo de las flemas, estudios referentes a los pulmones, una oximetría de pulso para controlar la cantidad de oxigeno que tiene la sangre, un hemograma, y una radiografía de tórax.
En el tratamiento de la bronquitis aguda no será necesario prescribir antibióticos ya que generalmente son afecciones de origen viral. Como en el caso de los adultos, el tratamiento se realiza en base a aliviar los síntomas. Los niños con bronquitis deben beber abundante líquido, se le puede prescribir algún jarabe expectorante, indicado por el pediatra, algún analgésico de uso pediátrico para aliviar los síntomas generales, y también es recomendable el uso de un vaporizador para mantener la humedad ambiental, que se le puede agregar esencia de eucaliptus o de menta que ayudan a abrir los bronquios y producen una sensación de alivio.
El pediatra será quien prescriba el tratamiento del niño basándose en la historia clínica, y en los antecedentes que presenta. En caso de que el niño concurra a un hospital, por primera vez, con un cuadro de bronquitis aguda, el equipo de pediatría se ocupara de pedir los estudios adecuados para realizarle el diagnostico. Los antihistamínicos no son viables para una bronquitis aguda, debido a que este medicamento, produce una sequedad de la mucosidad, que generalmente empeora la tos. Tenga siempre la precaución de consultar al pediatra, antes de suministrarle, al niño, por cuenta propia, algún medicamento de libre venta, ya que éstos podrían causarle algún efecto adverso.
En caso de enfermedades, a los niños se los debe considerar y atender con la mayor responsabilidad, y siempre bajo la asistencia médica del pediatra. En el caso de que los niños pequeños asistan a guarderías, se debe llevar un control de sanidad, en el establecimiento, vigilando que los responsables a cargo de los niños, mantengan las salitas en excelentes condiciones de higiene, en donde los pequeños realizan sus actividades. Se le debe recordar, al personal de la guardería que les hagan lavar las manos con bastante frecuencia para evitar, posibles afecciones. Lo mismo se recomienda para los jardines infantiles, y las escuelas primarias. La higiene personal y la del ambiente en donde se habita, es fundamental para combatir los virus y bacterias, y así evitar las afecciones en los bronquios.
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