Trastornos afectivos
No solo la parte física es muy importante para el ser humano, sabemos que los músculos, los órganos del cuerpo y cada célula del mismo hacen que el físico en su totalidad pueda funcionar como corresponde. Pero el ser humano no está hecho únicamente de carne y huesos, su parte emocional es vital para su desarrollo como funcionamiento; es por esto que si se padece de algún problema emocional, el cuerpo lo siente y lo manifiesta a través de diversas patologías, que si no se tratan de manera correcta pueden tornarse crónicas.
Los trastornos afectivos pueden incidir de manera profunda en la vida de cualquier ser humano, es por ello que decimos que la psiquis, los sentimientos y el organismo están íntimamente ligados entre sí. Algunos profesionales llaman a esta patología, "desorden afectivo", puede definirse a esta patología como una afección de índole mental y se caracteriza por cambios drásticos en el humor. Dentro de los signos que nos indican un trastorno afectivo, encontramos: depresión y sensaciones subjetivas relacionadas con un dolor que en realidad es inexistente, pero debido a esta condición, el afectado cree que es real.
Los trastornos afectivos forman parte de una serie de patologías que viene azotando al mundo en la actualidad, podemos decir que son causantes o desencadenantes de diferentes patologías mentales. Un desorden afectivo puede incluir, entre otras cosas, episodios maníacos depresivos, mucho menos intensos que los que se presentan en un trastorno bipolar. Cuando se padece de un desorden afectivo podemos notar que la persona posee un humor exaltado, se torna irritable en la mayoría de las ocasiones, hiperactivo y su autoestima es extremadamente baja. Los síntomas de esta patología dependerán mucho del tipo de trastorno afectivo que se tenga y de cómo reacciona la persona ante éste; a veces, esta afección suele ser aguda, mientras que en otros casos leve.
Los diferentes tipos de trastornos afectivos
Como ya lo dijimos previamente, los trastornos afectivos se caracterizan por ser anormalidades en el humor y en el ánimo, y a esta patología, la acompañan diversos síntomas que alteran tanto el comportamiento como los hábitos diarios, por ejemplo, el sueño. Para los expertos, existe una gran dificultad para establecer el origen de esta afección, de todas formas, se estima que existe un origen neurobiológico.
Los profesionales afirman que no existiría solo una causa para provocar un trastorno afectivo, sino que sería un conjunto de las mismas que se interconectan, apuntando a los sistemas neuronales. En la actualidad se pueden distinguir diversos trastornos afectivos, los cuales nombraremos a continuación. Tenemos al trastornos bipolar, el depresivo mayor, el de índole ciclotímico, los de ánimo que son inducidos por el consumo de diferentes sustancias y los de ánimo, pero de tipo secundario que se relacionan con enfermedades médicas o psiquiátricas.
Problemas con el sueño
Los individuos que sufren de trastorno afectivo aquejan grandes problemas con el sueño, en el caso de los pacientes que presentan síntomas de depresión, demuestran anomalías electroencefalografías durante su período de descanso; entre los inconvenientes más frecuentes tenemos: perturbaciones en la continuidad del sueño, despertares inminentes y de tipo precoz, reducción de los movimientos oculares tanto lentos como rápidos y aumento de la duración del sueño en la fase REM.
En otros casos, las personas pueden tener síntomas de somnolencia durante el día; a veces, estos individuos pueden presentar la no necesidad de dormir y no alterar su funcionalidad o sensación de bienestar. Pero a las alteraciones del sueño se las puede ligar a otras patologías psiquiátricas como el Parkinson y afecciones demenciales.
Otros inconvenientes comunes
Los trastornos afectivos no solo ocasionan problemas en el sueño, sino que también pueden incidir fuertemente en el apetito de las personas. Cuando estamos deprimidos solemos perder el apetito y esto, generalmente viene acompañado de una pérdida de peso significativa. Pero aunque la mayoría de las veces se pierde el apetito, esto no quiere decir que siempre ocurra; se han registrado casos en donde el paciente se deprime y como mucho más de lo usual, ya que aquí se manifiestan síntomas de ansiedad. En el trastorno afectivo, una persona puede comer más, debido a los signos ansiedad, o puede ingerir menos alimentos debido a los síntomas de hipomanía. Siempre decimos que aunque el cuadro sea el mismo, cada persona puede reaccionar diferente.
Las funciones mentales también pueden verse afectadas, uno de los inconvenientes más frecuentes de un desorden afectivo es el trastorno cognitivo; aquí lo que prevalece es la disminución de la capacidad de atención ante los estímulos externos, el individuo pierde su capacidad de concentrarse. Aunque estos problemas no son serios, deben ser tratados para que no se conviertan en una patología severa; cuando notemos que se vuelven más molestos de lo habitual, debemos requerir la ayuda de un profesional de manera urgente.
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