Trastornos respiratorios
Si tenemos que hablar de los trastornos más comunes que sufre el ser humano, podemos enumerar varios, pero entre los más relevantes tenemos a los trastornos auditivos, de personalidad, afectivos, emocionales y los físicos. Los trastornos respiratorios también deberían formar parte de esta clasificación, ya que no solo son muy relevantes, sino que afectan a gran parte de la población mundial.
¿Cómo definimos correctamente un problema respiratorio?, básicamente nos damos cuenta de que algo no anda bien en nuestros pulmones porque notamos que nos cuesta respirar, es decir adquirir el oxígeno necesario para el organismo. La primera sensación, o la más habitual es la falta de aire; pero debemos saber reconocer un problema respiratorio grave de uno que no lo es. Por ejemplo, podemos tener problemas para inhalar oxígeno por una congestión, lo que conlleva a una nariz tapada, esto se soluciona con algún descongestivo.
Son muchos los cuadros clínicos que puede provocar la falta de aire y avisarnos sobre un posible trastorno respiratorio complejo, entre ellos ubicamos el asma, enfisema y la neumonía, todas estas patologías son serias y debe ser tratadas lo antes posible. Pero los problemas respiratorios también podrían ser ocasionados por inconvenientes en zonas como la tráquea, los bronquios y sus alrededores; a su vez, no nos olvidemos que las enfermedades cardíacas provocan una falta de aire, esto sucede porque nuestro corazón es incapaz de bombear la cantidad de oxígeno necesaria para abastecer al organismo correctamente. Un cuadro de ansiedad como el estrés puede conllevar a la falta de aire, pero esto puede resolverse con un tratamiento psicológico ya que no es un inconveniente físico.
Consideraciones
Como dijimos previamente, los trastornos respiratorios involucran el factor de "imposibilidad" o "complejidad" a la hora de respirar, es por ello que tenemos esa sensación de no recibir el aire u oxígenos que necesitamos. Si tenemos que buscar una definición simple para "dificultad respiratoria", es casi imposible encontrarla, ésta puede darse por un problema físico o incluso psicológico.
La sibilancias nos alertan sobre un posible problema en la respiración; si tenemos que ahondar un poco más en las causas de esta patología, decimos que los pulmones se encuentran íntimamente ligados a las mismas, como casi todo el sistema respiratorio. Muchas veces se pueden llegar a formar coágulos en las arterias de los pulmones lo que implica una dificultad respiratoria grave; la bronquiolitis, el asma, la neumonía y la hipertensión pulmonar son los trastornos respiratorios más complejos, en cuanto a actividad pulmonar. Los problemas en las vías respiratorias también influyen en este mal. Dentro de los problemas cardíacos que causan afecciones respiratorias, debemos nombrar a la cardiopatía congénita, a la insuficiencia cardíaca y a las arritmias.
Factores externos
Existen otros factores externos que inciden en nuestra respiración y pueden provocar varias afecciones: alergias, escalar grandes alturas, el polvo del ambiente, la obesidad y los ataques de pánico son algunos de ellos. En ocasiones tener un grado de dificultad para respirar no es motivo de alarma, pero sí de alerta, como dijimos previamente existen enfermedades leves y pasajeras que pueden provocar molestias respiratorias.
El problema grave radica en si esta complejidad para inhalar oxígeno persiste o empeora, es allí donde debemos ponernos en contacto con un profesional para evaluar qué nos ocurre y cómo solucionar dicha afección. Rara vez un trastorno respiratorio carece de solución, por lo general mediante un tratamiento podemos corregir el problema.Cuando un trastorno respiratorio perdura por mucho tiempo es necesario que nos pongamos en contacto con nuestro médico de cabecera para poder comprender si estamos padeciendo alguna enfermedad compleja.
Existen algunos indicios que pueden indicarnos que nuestra situación es grave, por ejemplo: la dificultad respiratoria súbita, si de repente sentimos que no podemos respirar en absoluto, si el dolor en el pecho es intenso o sentimos opresión en el mismo o si empezamos a presentar fiebre. La falta de aliento después de hacer un esfuerzo o en la noche, cuando dormimos, es un síntoma de alarma. La opresión en la garganta, la tos, las sibilancias, y demás síntomas similares requieren de atención médica urgente.
El profesional practicará un examen médico físico y en especial respiratorio; evaluará nuestra historia clínica para detectar alguna patología que pueda haberse despertado. A su vez, se examinarán los pulmones, el corazón y las vías respiratorias de manera separada y, puede que en reiteradas veces en caso de no encontrar nada. Dentro de los exámenes médicos para los trastornos respiratorios encontramos: saturación de oxígenos en la sangre, radiografía de tórax, ecocardiografia, pruebas de esfuerzo, pruebas de función pulmonar y análisis de sangre. Las dificultades respiratorios quizás deban tratarse mediante el consumo de algunos fármacos, y en caso de que el nivel de oxígeno en la sangre sea muy bajo, entonces recibiremos terapias con dicho gas, todo esto será indicado por el profesional.
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