GLAUCOMA
Un glaucoma se produce cuando se eleva la presión del líquido interior del ojo lesionando al nervio óptico provocando la pérdida de la visión que puede llevar inclusive hasta la ceguera. El glaucoma es una de las causas más comunes de ceguera en países como los Estados Unidos y se dividen en cuatro: glaucoma de ángulo cerrado, glaucoma de ángulo abierto, glaucoma congénito y el glaucoma secundario. Estos cuatro tipos tienen como característica principal una presión elevada en el globo ocular y por ende todos pueden causar daños de forma progresiva al nervio óptico.
¿QUE CAUSA EL GLAUCOMA?

Glaucoma en el fondo de ojo
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Esta presión se eleva cuando el líquido del interior del ojo no es drenado de manera apropiada, la presión oprime la unión del nervio óptico y la retina contra la parte posterior del ojo, causando así una reducción en el suministro sanguíneo al nervio óptico, que es el que lleva la información visual desde el ojo hasta el cerebro. Dicha pérdida del suministro sanguíneo implica que las células nerviosas individuales mueran de forma progresiva y a medida que el nervio óptico va deteriorándose se generan puntos ciegos en el campo de visión. Lo primero que se afecta es la visión periférica (visión lateral), seguida de una disminución en la visión central (frontal), si estos síntomas no son tratados el glaucoma puede ocasionar ceguera.
El glaucoma de ángulo cerrado: se presenta por lo general en personas que nacieron con un ángulo estrecho entre el iris y la córnea, y es una situación muy común en ojos hipermétropes (las personas que ven de mejor forma objetos a distancia que aquellos que están cerca), el irirs puede desplazarse hacia delante y cerrar la salida del humor acuoso, generándose luego un aumento repentino de la presión intraocular. Los síntomas que este glaucoma presente son: dolor, enrojecimiento, náuseas, pérdida de la visión, en el caso de otras personas, el glaucoma puede darse por el uso de gotas que dilatan los ojos.
El glaucoma de ángulo abierto: es el tipo más común de glaucoma, aquí el iris no bloquea el ángulo de drenaje, en lugar de esto, los delgados canales de salida del líquido al interior de la pared ocular se estrechan con el paso del tiempo. Este mal afecta a ambos ojos y en unos años la elevación de la presión va dañando al nervio óptico. Este tipo de glaucoma no genera síntomas a corto plazo, ya que la pérdida de la visión ocurre de forma gradual, la única forma de diagnosticar este tipo de glaucomas es haciendo exámenes médicos rutinarios de los ojos.
El glaucoma secundario: es ocasionado por otras enfermedades como uveítis, enfermedades sistemáticas, o el uso de medicamentos como los corticosteroides.
El glaucoma congénito: es aquel que se presenta al momento de nacer, generado por defectos en el desarrollo de los canales oculares de flujo de líquido y para curarlo se requiere cirugía, éste tipo de glaucoma es generalmente hereditario.
El tipo de riesgo que corre cada persona depende del glaucoma que ésta posea, el glaucoma crónico se puede contraer si: se es mayor de 40 años, se tiene antecedentes familiares de glaucoma, diabetes y miopía. Las personas con antecedentes familiares de este tipo de enfermedad tiene un alto riesgo de desarrollar esta condición, las personas de raza negra tiene un riesgo incluso mucho mayor que el de las personas blancas.
Los factores de riesgo para contraer glaucoma agudo son: tener una edad avanzada, hipermetropía, antecedentes familiares de glaucoma, el uso de medicamentos anticolinérgicos sistémicos (gotas para dilatar pupilas), etc. El glaucoma agudo presenta síntomas como el dolor ocular intenso, pérdida de la visión, enrojecimiento del ojo, nauseas y vómitos.
Por otro lado, el glaucoma crónico se pueden observar: pérdida gradual de la visión o distorsión de la misma, dolores de cabeza crónicos leves, etc. Por último, el glaucoma congénito presenta síntomas como: lagrimeo, sensibilidad a la luz, opacidad de la córnea o agrandamiento de la misma.
TRATAMIENTO DEL GLAUCOMA
El objetivo de un tratamiento ideal para esta enfermedad consiste en reducir la presión intraocular, para lo que se utiliza diversos medicamentos o cirugías dependiendo del tipo de glaucoma que el paciente posea. En el caso del glaucoma, se lo puede eliminar a través de medicamentos por vía oral, intravenosa o tópica (gotas oftálmicas), si este glaucoma es más complejo puede eliminarse por medio de una cirugía denominada iridotomía, este procedimiento se aplica mucho en personas con glaucoma de ángulo cerrado.
Para las personas con glaucomas de ángulo abierto se puede utilizar un tratamiento láser en el área del ojo donde está el drenaje del líquido, por último, el glaucoma congénito debe ser tratado sí o sí de forma quirúrgica.
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